Italia, otro ejemplo de la guerra Taxi vs Uber

Las protestas que tuvieron lugar la semana pasada en París, más allá de un conflicto local, constituyeron un fiel reflejo de la situación que se vive a nivel mundial. En muchos países las tensiones han ido creciendo y un ejemplo de ello es Italia.

 

Allí, Ivano Giacomelli, secretario nacional de la asociación de consumidores Codici, se ha mostrado a favor de la llegada de un servicio como UberPop, que pone en contacto directo a los pasajeros con conductores para que los trasladen en sus vehículos privados. “Es un servicio más, que debe volver a estar en el mercado”, reconoce Giacomelli. Sin embargo, no piensa igual la administración italiana, pues la magistratura civil suspendió tal servicio por falta de garantías que ofrecía la compañía.

 

Aún así, a ojos del secretario de los consumidores, con el sistema actual “no se satisface toda la potencial demanda, y los ciudadanos agradecerían mucho la vuelta de este servicio por muchos motivos”.

 

En el lado contrario se encuentran los taxistas. Para el presidente sindical del taxi en Lombardia, Giovanni Maggiolo, no se puede permitir un servicio que “no tenga tarifa fija y que, en casos particulares, puedan subir el coste”. “Nosotros tenemos un taxímetros y ellos no disponen de ningún instrumento que cuantifique el coste de las carreras con parámetros objetivos”.

 

También reconoce Maggiolo que el taxi se ha modernizado con las nuevas tecnologías al tiempo que critica ciertas condiciones rebajadas de las que disfrutan los conductores privados, como, por ejemplo, en las coberturas de seguros.

 

Estamos, por tanto, a un caso similar al español, donde la falta de garantías en ciertos aspectos provoca la animadversión hacia la implantación de este tipo de aplicaciones que desde el sector consideran “disruptivas”.