Las incógnitas del caso Volkswagen alertan a los clientes

La semana pasada el mundo de la industria del automóvil se revolucionaba ante la noticia de que ciertos motores de la casa Volkswagen habrían sido manipulados mediante un software, falsificando las emisiones de gases e incumpliendo los límites impuestos.

 

Actualmente se está haciendo un recuento para saber cuántos motores EA189- que son los motores afectados- han sido montados por la marca en España. Algunos medios como El Pais calculaban la semana pasada que la compañía equipó en torno a 500.000 motores de este estilo en nuestro país. Seat, la filial española del grupo Volkswagen creó, según informó El Confidencial, un comité de crisis para determinar a partir de qué año se vendieron los coches manipulados.

 

La polémica de los motores le ha costado el cargo al presidente de la casa, Martin Winterkorn, que presentó su dimisión por este escándalo que, en un principio, afecta a unos 465.000 Volkswagen vendidos en EEUU y pone en serias dudas a casi 11 millones de vehículos de la marca por todo el mundo.

 

En España no se tienen aún noticias de qué pueden hacer los clientes, ya que hay que tener en cuenta que estos motores estaban equipados también en vehículos Skoda, Audi y Seat, además de Volkswagen, y contabilizarlos será una tarea que llevará su tiempo.

 

Desde el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) llaman a tranquilizar a los automovilistas a la espera de que desde la casa informen de los modelos y de las medidas que se tomaran para subsanar el problema. En cualquier caso, inciden en que el consumidor podrá exigir una actualización del software del motor de manera gratuita, un documento que detalle las prestaciones realizadas, una garantía de dos años del componente revisado e, incluso, un vehículo de sustitución en el caso de que sea necesario depositar el coche más de 24 horas. 

 

En cualquier caso CEA reclama a Volkswagen una rápida actuación para identificar los modelos y versiones que pudieran estar envueltas en esta polémica. Además, el Comisariado solicita el Ministerio de Industria de España y a la Comisión Europea del Mercado de Interior que tomen medidas para supervisar el resto de vehículos que se comercializan en este país.

 

En el otro extremo, desde la casa Volkswagen, se apresuraron en comunicar públicamente que estos problemas no afectan el rendimiento técnico de los vehículos y que las irregularidades están “exclusivamente relacionadas con las emisiones contaminantes”.