Los conductores de Uber en Australia deberán pagar impuestos

En el día de ayer un tribunal federal de Sidney dictaminó que los conductores de la empresa Uber deberán pagar el impuesto sobre bienes y servicios correspondiente, tal y como haría cualquier otro taxista en Australia.

 

Esta decisión judicial es adoptada después de un recurso que la compañía californiana interpuso contra la Oficina Australiana de Impuestos (ATO, en inglés) que determinó en agosto de 2015 que los conductores que prestaran servicios de transporte para Uber deberían pagar ese tributo sobre bienes y servicios.

 

El tribunal ha entendido que  Uber presta “un servicio de taxi” y, por lo tanto, los conductores deben aparecer registrados ante la ATO y pagar el porcentaje del 10% que estima la tasa, más allá de la comisión que se lleva la empresa por cada servicio.

 

“Estamos analizando la decisión y daremos más información a nuestros socios conductores lo más pronto posible”, aseguró un portavoz de Uber en declaraciones recogidas por la cadena local ABC, aunque es cierto que no llegó a confirmar si la empresa apelará o no el fallo.

 

En su defensa, Uber ha argumentado constantemente que sus conductores deben ser tratados como trabajadores independientes y, por lo tanto, son los responsables de sus obligaciones tributarias. Además, la empresa explica que el servicio que prestan sus conductores es diferente del taxi, puesto que no utilizan las paradas y no recogen a los clientes en la vía pública.