Aunque no hay datos más recientes, según las cifras de 2019 que maneja la DGT, durante la noche, el atardecer o el amanecer ocurrieron en España casi 30.000 accidentes con víctimas (el 29%). Tal vez el porcentaje no sea muy elevado, pero esos accidentes reunieron casi el 40% de los fallecidos (700), lo que confirma la mayor gravedad de los siniestros registrados durante la conducción nocturna.
Además, según el informe “Las principales cifras de la Siniestralidad Vial. España 2019”, realizado por la DGT, la letalidad nocturna (de 00:00 a 6:59) casi duplica a la del resto del día (de 7:00 a 23:59). Por ejemplo, la tasa general de día es de 1,1, mientras de noche es 2,6; además, de lunes a viernes es 1,0 de día mientras la nocturna sube a 2,8.
De noche la capacidad visual del conductor se reduce al 20%
Esto se debe, principalmente, a una reducción de la visibilidad durante la noche, tal y como refleja el estudio Iluminación y Seguridad Vial publicado por el RACE según el cual el 90% de los datos que precisa un conductor se perciben a través de la vista” y que “por la noche el ojo padece un importante déficit de información”, concluye que de noche “la capacidad visual del conductor se reduce al 20% respecto a la conducción diurna, así como la habilidad para percibir distancias y campos de visión”.
Estos datos coinciden con los del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía, que reflejan que la agudeza visual del conductor se reduce hasta un 70% y el sentido de la profundidad es 7 veces menos eficaz por las noches. Un conductor con un 50% de agudeza visual requerirá entre 5 y 100 veces más iluminación para detectar un objeto de noche que un conductor con una agudeza del 100%. Además, de noche y con muy baja iluminación funciona más la retina periférica que la central debido a la dilatación de las pupilas por lo que todos los conductores sufrimos puntualmente unos pequeños cambios refractivos de –0,75 dioptrías en adelante (miopía nocturna). Por eso es importante prestar atención al sistema de alumbrado en el vehículo, tal vez uno de los sistemas de seguridad más importantes que es, a su vez, uno de los conjuntos a los que menos atención se les presta en cuanto a mantenimiento y control.
En este sentido, las cifras de defectos leves y graves detectados en la iluminación en las estaciones ITV ratifican esta afirmación. Durante 2020, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, las ITV en España detectaron casi 6,1 millones de defectos leves en el alumbrado y señalización y más de 1,8 de defectos graves. Estos son los más frecuentes, tanto los leves (que duplican a los de ruedas, neumáticos y suspensión) como los graves, que son entre el 25 y 30% del total de los detectados (15,8 millones de leves y 3,7 de graves).
Un caso especial es la llamada “hipnosis de la carretera”. Esta sobreviene por la monotonía de los trayectos –largas rectas y trazados muy suaves– y la reducción de la visión que se produce de noche. Para combatirla, “hay que procurar no dejar la vista fija en un punto, sino hacer barridos laterales de forma regular, así como realizar suficientes descansos durante el viaje”, explican desde la DGT.