PASAJEROVIP-AGOSTO2016

 

Rincones, entre calas, para perderse

 

 

Si buscas playa pero quieres tranquilidad, las calas son el destino ideal para este verano. La costa española nos ofrece maravillosos rincones donde nos esperan aguas cristalinas en las que disfrutar del sol y del mar. 

 

Cala Estreta  (Girona)

 

 

En la Costa Brava, concretamente en Palamós, se encuentra una de las calas más bonitas de Girona. Sin ningún servicio y con un acceso complicado, esta cala, rodeada de naturaleza en estado virgen, presenta en los meses estivales un grado alto de ocupación. Es, además, una de las calas nudistas más conocidas de España. 

 

Cala del Moro (Mallorca)

 

 

Este talud virgen, situado entre altas paredes pobladas de pinos, matas, retama y lentisco, es de arena, salpicado de grandes rocas. Pequeña y de difícil acceso, las preciosas vistas y agua cristalina merecen la visita al paraíso natural. El acceso a este bello paraje se inicia estacionando el coche gratuitamente junto a las casitas de Sa Comuna. Se continúa a pie durante 400 metros por un sendero que comienza antes de que finalice la carretera y que salva el desnivel muy pronunciado del acantilado que nos conduce hasta este arenal rocoso. 

 

 

 

Calas de Roche (Cádiz)

 

Cerca de Conil de la Frontera, Cádiz, encontramos un grupo de calas de arena dorada perfectas para desconectar. Se caracterizan por ser unas playas rocosas y estar bajo unos impresionantes acantilados de color rojizo y de gran belleza. Para acceder a ellas hay que bajar por unas escaleras excavadas en la roca, cuentan con barandas, por lo que el acceso a las mismas no es complicado.

 

 

Cala Saona (Formentera)

 

Cala Saona, en Formentera es un paraíso en la tierra. Rodeada por acantilados, dunas y un frondoso pinar hacen de este espacio un  entorno inmejorable. Además,

los atardeceres son inolvidables.

 

 

Cala Salada (Ibiza)

Si hablamos de calas, tenemos que hablar de Ibiza. Una de la más destacables es Cala Salada. Situada entre acantilados, esta joya ibicenca está rodeada de pinos y tiene aguas de un impresionante azul turquesa. Puedes acceder fácilmente a ella en coche.

 

 

 

Cala Pilar, (Menorca) 

Virgen y salvaje, esta cala de la zona norte de Menorca no es fácil de encontrar.  Al llegar a la cala se puede admirar el contraste entre el rojo y ocre del collado, la arcilla con que se embadurnan los naturistas, y su fronda pinariega, que hacen de este un entorno especial. Es una cala perfecta para realizar snorkel o buceo y no dispone de ningún tipo de servicio, por lo que se recomienda llevar agua en abundancia y quizás alguna sombrilla.

 

 

El charco azul (El Hierro)

 

En medio del Atlántico, el Charco Azul es una playa única que acoge una fantástica piscina natural form

ada por el propio oleaje del mar. Además de su espectacular paisaje una parte de la piscina forma una pequeña cavidad, perfecta para protegerse del sol y del viento en caso necesario. Para que el visitante se encuentre cómodo, la zona ha sido acondicionada y cuenta con protecciones frente al mar y con escaleras para facilitar el acceso.

Imagen Bjoern.Hoernitz

 

Cala Jovera, (Tarragona)

 

Pequeña joya ubicada de camino al castillo de la localidad de Tamarit, en la Costa Dorada. Con una longitud de 90 metros y una anchura de 20, es un precioso litoral de arena dorada y limpias aguas cristalinas presidido en lo alto del acantilado por el imponente castillo. Suele tener un bajo grado de ocupación y está rodeada de vegetación natural. Un lugar con un encanto especial que sin duda merece una visita.