Como sucediera en Niza, en Bruselas y en Madrid en 2004, el taxi de Manchester ha ofrecido carreras gratis para las personas que se han visto afectadas por el atentado suicida que, de momento, ha dejado 22 muertos y más de medio centenar de heridos.
El ataque terrorista tuvo lugar anoche a las 23.30, hora española, tras la celebración del concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande en el Manchester Arena. Los taxistas de la ciudad, que se ha convertido en escenario del segundo mayor ataque terrorista en suelo británico, tras el atentado de 2005 en Londres, han ofrecido carreras gratuitas para aquellos que necesitaran llegar a casa, ir a un hospital o simplemente alejarse del área afectada.
Según ha explicado un conductor a Channel 4 News, los taxistas decidieron echar una mano ante el bloqueo que se produjo en la ciudad, "era como una zona de guerra", donde las fuerzas de seguridad cerraron varios accesos y no había posibilidad de utilizar otro transporte público. "Queríamos demostrar a quienquiera que haya hecho esto que no podrán con nosotros. Porque en Manchester estamos todos juntos".
Además del taxi, los hoteles han abierto sus habitaciones y muchos extraños ofrecieron sus casas para resguardarse o, simplemente, para tomar una taza de té. Entre las víctimas, informa la Policía, habría muchas víctimas menores de edad, principal público de la cantante.