“No somos un monopolio, queremos salvar nuestro trabajo”

Hace casi un año el taxi de Francia dijo “basta ya” al intrusismo de los vehículos de alquiler con conductor que, según denuncian, no cumplen con la normativa y están destruyendo el sector del transporte de viajeros. Fueron tres días de huelga absoluta en la que muchos profesionales “perdieron mucho y ganaron muy poco”, como nos cuenta Gérôme Lassalle, portavoz de Élite Francia.

 

Además, critica la pasividad de unos políticos con intereses reales en las nuevas plataformas digitales que, asegura Lasalle, se aprovechan de la crisis para conseguir conductores que sin cualificación ni preparación ninguna ofrecen un servicio de transporte de viajeros.

 

 

Gaceta del Taxi.- Se cumple un año desde que el taxi francés secundara una huelga de tres días que paralizó París. ¿Qué se ha conseguido desde entonces? 

 

Gérôme Lassalle.- Lo único que conseguimos fue un mediador que no conoce nada del sector. Lo que querían era callarnos. Él habló mucho con todo el mundo, conductores, aplicaciones, con el taxi, pero no se hizo nada más.

 

G.T.- ¿Y qué es lo que les hubiera gustado conseguir?

 

G.L.-  Lo que queremos es que a los conductores de VTC no se les identifique con el mismo código que tenemos los taxistas. Es decir, ellos, que no son taxis, operan bajo la denominación de “transporte de personas con taxímetro” y eso es un grave problema. Le hemos pedido al Gobierno que modifique la ley y que incluya a estos vehículos en otros códigos que se adecuan más a su labor. De esta manera, si ellos tuvieran su propio código sería más fácil poder frenarles cuando se publicitan como taxis en internet, porque no lo son, aunque la ley con su código actual les identifican como tal. Esto es lo que queremos, que se revise y adecuarla.

 

G.T.- ¿Se ha tomado alguna medida en este sentido desde los sindicatos? 

 

G.L.- Los sindicatos no han hecho nada. Generalmente están del lado del poder, y los sindicatos aprobaron que sucediera esto. El taxi no hizo nada mientras se iban multiplicando las VTCs, no hubo ningún movimiento. La manifestación de enero fue la primera vez que conseguimos movilizar a tantos taxistas alrededor de esa plaza. No nos esperábamos esa respuesta y hubo gente que perdió mucho dinero. Cuatro días sin trabajar nada fue mucho para nosotros y no podemos realizar estas huelgas salvajes porque nosotros debemos seguir pagando nuestras cargas al estado. 

G.T.- Antes ha mencionado que, a pesar de tener el mismo código, los requisitos para acceder a la profesión del taxista y del conductor de VTC no son los mismos…¿Qué se necesita para ser taxista?

 

G.L.- Nuestra formación requiere, primero, gastarse más de 2.000 euros solo para ir a la escuela, y después tienes que pasar cuatro pruebas diferentes.  Por su parte, las VTCs no tienen que pasar ninguna de estas pruebas para conseguir su autorización. 

En cuanto a la forma de trabajar, depende de las ciudades, En París alquilas un coche y lo trabajas, pero tienes que pagarlo a la persona que compró la licencia. También puedes comprar la licencia a la prefactura. El conductor del taxi depende del estado mientras que el vehículo y la autorización dependen de las ciudades  

 

Cuatro reglas, ninguna respetada 

 

G.T.- Han pedido que se modifique la nomenclatura de las VTCs, pero no es el único problema que tienen. ¿Qué mas hacen o no hacen estos vehículos?

 

G.L.- Tienen varias reglas que respetar y no respetan ninguna: deben estar reservados, no pueden estar estacionados en la ciudad, deben esperar en su base y tampoco está permitida la geolocalización. Además, cuando llevan al cliente deben regresar a su base. Son cuatro reglas muy sencillas y no cumplen ninguna.

 

A día de hoy, las VTCs están en la calle y se solicitan por una app esperando cerca de las paradas de taxi y allí van. Por las noches cuando hay mucho trabajo en las taxi, las paradas de taxi vacías van ellos y se ponen ellos a recoger a los clientes. Nosotros no damos a basto. Hay 18.300 taxis en París que lógicamente no trabajamos día y noche, porque tenemos horarios que respetar, mientras que ellos no están regulados. Y aprovechan esos momentos con menos taxis para trabajar de forma ilegal. 

 

Aunque tenemos una situación similar con España, el problema con las VTCs se multiplica por 10. Estamos hablando de 30.000 autorizaciones solo en París, además de otras categorías que pueden entrar en ese transporte de persona que trabajan como taxistas sin poder ejercerlo. En los últimos años los conductores no tienen demasiado trabajo y ganan poco dinero, por lo que hacen un trabajo de calle con geolocalización que no deberían hacer.

 

G.T.- Se habla de que el taxi, a nivel global, no quiere competencia, pero ustedes aseguran que no se trata de eso…

 

G.L.- La mala prensa nos hace mucho daño. Nos acusan de tener un monopolio, pero no se dan cuenta de que yo compito contra miles de compañeros, siempre estoy compitiendo, pero en igualdad de condiciones. No es real que seamos un monopolio, lo que queremos es salvar nuestro trabajo. 

 

Esto es una guerra contra las VTCs que incumplen la normativa. Estos vehículos se crearon como un transporte alternativo al taxi que permitía las reservas. Son chóferes privados de lujo que siempre han existido, pero con la llegada de las aplicaciones la situación empeoró. 

 

 

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