El sector del taxi, más allá de nuevos competidores que surjan en el mercado y más allá de su lucha para que se adecúen a la legislación y normativa, siempre ha tenido, tiene y tendrá un enemigo al que combatir. Se trata de los conductores piratas, chóferes privados que se dedican a transportar pasajeros sin autorización alguna.
La nueva ciudad que está viviendo un escenario de desembarco de piratas es Vitoria. Según relata El Correo, estos conductores estarían ofreciendo trayectos mucho más baratos que los taxis, en torno a seis euros por traslado, haciendo un fuerte daño a los profesionales del sector.
Un periodista del citado medio se hizo pasar por un cliente para entender cómo funcionaban estos piratas, y cuando, entre otras cosas, le pidió una factura, el conductor le contestó que únicamente funcionaban en metálico o por bizum.
Estos piratas, conviene recordar, no disponen de matrícula identificativa como servicio público, tampoco tienen seguro de responsabilidad en caso de accidente y no figuran en ningún registro oficial por si cometen algún daño o delito contra la integridad de los pasajeros que se suben a estos vehículos./TAMBIÉN ES NOTICIA