Un 40% menos. Esa es la diferencia entre la pensión media de un jubilado asalariado y un autónomo que pone punto y final a su actividad. O en euros, 567. Según los últimos datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, la pensión media de jubilación procedente del régimen general en febrero era de 1.398,5 euros mensuales frente a los 831,16 euros de la de autónomos. Una diferencia ligeramente superior a la nómina de enero, cuando fue de 566 euros, y está por encima de las medias de 2021 y 2020. En 2020, la pensión de jubilación media del régimen general fue de 1.307,35 euros frente a los 776,24 de autónomos, una brecha de 531,11 euros; mientras que en 2021 esa media de pensión de jubilación para el régimen general fue de 1.335,19 y se quedó en 792,94 euros para autónomos, una diferencia de 542,25.
Con el objetivo de reducir esta brecha entre unos trabajadores y otros, Gobierno y asociaciones continúan trabajando en el nuevo sistema de cotización por ingresos reales. Sin embargo, ya terminado el primer tercio del año, no hay nada todavía definitivo y las negociaciones continúan. Desde UPTA, se reclama una exigencia contributiva mayor para los autónomos que más ganan y un menor esfuerzo para quienes menos ingresen, en especial para quienes estén por debajo de 700 euros mensuales. Un punto que no comparten en ATA, que ha rechazado todas las propuestas planteadas desde el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. Critican, entre otros aspectos, que, tal y como se plantea, el cambio sea la solución para mejorar la protección del colectivo. En un comunicado, la organización insiste en que el nuevo sistema está basado en varias mentiras siendo una de ellas, precisamente, que sirva para mejorar las prestaciones del colectivo, “porque estos ya pueden elevar su cotización cuando quieran”. Por su parte, UATAE, otra de las asociaciones sentadas a la mesa, han reclamado que en la negociación se aborde "un avance sustancial en la protección, para dejar de ser los jubilados más pobres, y para poder tener las mismas prestaciones y coberturas sociales que los asalariados".
Por debajo del salario mínimo
Según el análisis que ha realizado ATA, quieren dar a los autónomos “pan para hoy, bajando la cuota un poco, y hambre para mañana, con menos pensión y prestaciones”. Y es que según los rendimientos declarados por los autónomos en 2019, 1,5 millones percibe ingresos por debajo del salario mínimo (1.000 euros). De prosperar los cambios que ha preparado José Luis Escrivá, estos trabajadores cobrarían un 30% menos de pensión, de prestaciones por maternidad y paternidad, de bajas laborales, y de accidentes de trabajo.
Sin duda esta reforma, que todos los gobiernos han querido apuntarse pero que ninguno ha conseguido, supone una gran complejidad técnica. De momento, en apenas un mes y medio, se han presentado hasta tres propuestas diferentes que no han conseguido el respaldo del colectivo y tampoco ha despertado grandes simpatías entre los grupos parlamentarios. Bruselas espera y los autónomos, también.