La ciudad de Nueva York ha aprobado limitar durante un año la concesión de nuevas licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC) hasta que estudie el impacto de este servicio en el sistema de transporte urbano.
La medida ha salido adelante tras una votación del Concejo local y forma parte de un conjunto de regulaciones que incluirá también el establecimiento de un salario mínimo para los conductores de las plataformas que trabajan con esas autorizaciones VTC.
Nueva York es la ciudad más poblada de este tipo de vehículos y según los propios concejales impulsores de la legislación y los representantes del sector del taxi, su excesivo número ha contribuido a una mayor congestión del tráfico y al empeoramiento de las condiciones laborales de los taxistas.
El concejal y portavoz Corey Johnson quiso aclarar que con esta medida -la primera de este estilo adoptada en Estados Unidos- simplemente pretenden pausar el número de nuevas autorizaciones en un sector que se ha desarrollado sin apenas regulación.
Los taxistas neoyorkinos ven con buenos ojos esta medida que reclamaban desde el año 2015, cuando se intentó sin éxito aprobar una regulación similar. Desde entonces el número de VTC no ha hecho más que crecer en la ciudad americana.