“Es el momento de que los entornos se adapten a las personas con TEA”

Crear espacios adaptados a las personas con trastorno del espectro autista (TEA) es el principal cometido de la organización Autism Friendly. El taxi desde hace unos meses también participa de esta bonita iniciativa y en esta entrevista conocemos cómo se puede participar.

Autism Friendly es una organización sin ánimo de lucro que desde hace un año está trabajando por crear entornos más favorables para personas con trastorno del espectro autista (TEA). El taxi también forma parte desde hace unos meses de esta iniciativa por medio de una serie de conductores que se han decidido sumar para hacer de sus vehículos lugares adaptados para las personas con TEA.

El objetivo de Autism Friendly no es otro que trabajar para mejorar la sensibilización de la población y Alberto Gutierrez, CEO y fundador de esta organización, explica en esta entrevista concedida a La Gaceta del Taxi en qué consiste su trabajo y cómo pueden los taxistas colaborar para crear estos entornos.

Gaceta del Taxi. – El trastorno del espectro autista afecta a más personas de las que imaginamos en nuestra sociedad, ¿con qué objetivo nació es Autism Friendly?

Alberto Gutierrez.- Somos una asociación sin ánimo de lucro, registrada a nivel nacional, que realiza acciones en todo el territorio nacional y para todos los sectores con el objetivo fundamental de identificar y crear espacios accesibles para personas con autismo. Se calcula que ahora mismo en España la población con TEA llega a las 600.000 personas. A nivel europeo son siete millones y medio de personas autistas y 10 millones en Estados Unidos. Hay una prevalencia de nacimiento en la que uno de cada ochenta nacimientos presenta trastorno del espectro autista. Todos estos datos nos dan unas cifras cuantitativas espectaculares.

G.T.- ¿Cómo ha sido acogida la asociación y su idea de mejorar la calidad de vida de estas personas?

A.G.- La acogida está siendo espectacular. La iniciativa está funcionando bien y estamos contentos pese al volumen de trabajo que tenemos. Las cifras que mencionaba antes nos dan una idea de que hay mucha población con TEA. Por ese motivo el proyecto al final está funcionando bien, porque la necesidad es alta y no hay nada hecho en materia de accesibilidad. Trabajamos para crear espacios accesibles en hoteles, restaurantes, es decir, cualquier espacio susceptible de ser adaptado. Y en esos espacios entra también el transporte, el comercio de proximidad, etc. Las personas con autismo están cansadas de adaptarse a los entornos y ha llegado el momento de que los entornos de adapten a ellas y es por eso por lo que estamos trabajando.

G.T.- ¿En qué consiste la adaptación de entornos para las personas con TEA?

A.G.- Para nosotros la denominación de entorno tiene que ver con cambiar básicamente la mentalidad de las personas que los componen. Lo importante cuando se hace o se quiere hacer un espacio accesible, bien sea por ejemplo un taxi, o una línea de autobuses, es que la persona que comporta ese espacio, tenga conocimiento de diversidad y del trastorno del espectro autista. Es decir, que sepa cuáles son las necesidades fundamentales que puede tener una persona con autismo. Por ejemplo, que cuando se abra la puerta del taxi o se abra la puerta de un restaurante, sepa las necesidades que debe cubrir.

G.T.- ¿Cómo clasificaría esas necesidades que se deben cubrir para las personas con TEA?

A.G.- Las necesidades de las personas autistas se dividen en dos áreas. La primera está relacionada con que las personas con autismo tienen alteraciones en las percepciones sensoriales. Todo lo que tiene que ver con los sentidos ya sea el oído, el gusto, el olfato o la vista. Por poner un ejemplo con el taxi puede suceder que al entrar en el vehículo solicite al taxista que no ponga la radio, no porque moleste, sino porque igual el sonido sin ser molesto, puede ocasionar una crisis sensorial. Ahí entra nuestro trabajo, en intentar hacer entender al taxista que esa petición de quitar la radio no es por gusto, es por el perfil sensorial de la persona autista.

G.T.- ¿Cuál es esa segunda área?

A.G.- Las personas con TEA presentan alteraciones o dificultades en las relaciones sociales. A veces el pensamiento es más literal o más concreto que el de los demás, entonces lo que hacemos es que los trabajadores de esos entornos entiendan eso, entiendan que a veces estas personas tienen dificultad con la ironía, con el sarcasmo, entre otras muchas cosas, como los intereses restrictivos, el contexto, el doble sentido, etc.

G.T.- Una vez identificadas las necesidades. A nivel práctico, ¿en qué consiste vuestra labor?

A.G.- La parte fundamental del proyecto tiene que ver con jornadas de formación y divulgación entre los trabajadores, donde les damos pautas. Son jornadas pequeñas porque no queremos hacer psicólogos o terapeutas, solo queremos trabajadores empáticos que entiendan que el mundo ahora mismo es diverso. Esa es una de las cosas que hacemos, pero también nos dedicamos a algo que tiene que ver con la señalética, y es que las personas con autismo funcionan muy bien con apoyos visuales. Hemos diseñado unos cuadernillos de anticipación con pictogramas, que por ejemplo los hemos implementado en el taxi. En ellos, les explicamos cuál es el funcionamiento del taxi a través de esos pictogramas.

Por último, a la hora de crear espacios accesibles es fundamental diseñar un protocolo de actuación adaptable a cada sector para el tratamiento de personas con autismo. En el restaurante, por ejemplo, es importante que puedan ofrecer la posibilidad de reservar una mesa en un sitio más tranquilo, o que tengan la carta adaptada con pictogramas. En el caso del taxi, se puede hacer una reserva con 24 horas de antelación.

G.T.- En definitiva, es un trabajo de constante sensibilización de la población.

A.G.- El resumen de todo es que realizamos una labor de sensibilización para que los trabajadores entiendan que van a tener un público diferente, al que van a tener que atender de forma distinta porque su percepción del mundo no es igual. Por ese motivo también las empresas, como los hoteles y los restaurantes, o incluso el propio taxi, han entendido que además de la labor social, hay un elemento comercial. Porque en España hay 600.000 personas con TEA que se está quedando fuera de su oferta. Y además, hablamos de una población diana de dos millones de personas porque las personas con autismo no van solas a los sitios sino acompañadas de su familia. Hay hoteles que están pensando que hay un nicho de mercado del 3%. Por lo que, a parte de la responsabilidad social, hay una oportunidad de mercado de poder atender a esa parte de la población.

G.T.- ¿Cuándo empezaron con la iniciativa?

A.G.- Empezamos hace ahora justo un año. Llevamos trabajando desde 2020, pero fue después del verano de 2021 cuando la pusimos en marcha y ahora mismo contamos con más de 200 establecimientos adaptados en España y tenemos un proyecto internacional que acabamos de empezar en Estados Unidos y también nos han transmitido interés de distintos países de Latinoamérica como Argentina o Colombia.

G.T.- ¿Cómo surgió el contacto con el taxi?

A.G.- La madre de una compañera de mi hija es conductora de taxi, con Star Taxi Mercedes. Anteriormente había hecho algún contacto, había intentado y conseguido hablar con gente de entidades o cooperativas y les había contado la necesidad, pero al ser cooperativas entiendo que habían visto que era muy difícil la implantación. Principalmente porque no tenían potestad sobre sus asociados a la hora de decirles que tenían que hacer una formación. Esta vez lo hablamos, les gustó la iniciativa y buscamos un grupo de taxistas dentro de Taxi Mercedes que se ofrecieron voluntarios para participar en el proyecto. Hemos conseguido un grupo entre 10 y 20 conductores y conductoras que participan, que han recibido una formación y tienen su cuadernillo de anticipación en la guantera a disposición de las familias. Con estos conductores que tienen formación ya las familias de las personas con TEA se están poniendo en contacto para hacer las reservas de trayecto.

G.T.- La posibilidad de acordar el viaje con antelación es una ventaja tanto para el taxista como para el usuario.

A.G.- Así es, aunque siempre desde la voluntariedad de persona autista o de la persona que quiera hacer uso del servicio. También lo hacemos en restaurante y en hoteles que ofrecen en la reserva online una casilla que permite reservar a través del programa Autism Friendly. En ese momento los establecimientos saben que va a acudir una persona con autismo. Lo hacemos así, no porque no pueda ir sin avisar, si no porque creemos que mejora el servicio cuando la persona sabe a quíen va a recoger en el caso del taxi, o a quien va a atender en la mesa del restaurante.  En cuanto a los taxistas, la acogida ha sido muy buena entre las familias y también entre los propios conductores. Al final lo que pasa es que los trabajadores también son padres, o tíos o hermanos de un niño con autismo. Eso genera dentro del trabajador una sensación de vinculo muy buena. Estamos haciendo algo que teníamos que haber hecho antes igualmente.

G.T.- Si algún taxista quisiera formar parte del programa, ¿bastaría con que se pusiera en contacto con Autism Friendly?

A.G.- Si. Simplemente tiene que ponerse en contacto con nosotros y le facilitamos toda la documentación. El proceso es bastante sencillo, facilitamos las formaciones, y pueden elegir de entre las cuatro formaciones que ofertamos todos los meses, en diferentes horarios. Además, para el caso del taxi ofrecemos una píldora grabada específica. Entendemos que al estar tantas horas en el coche es difícil que dispongan de hora y media seguida para una sesión de la formación. Entonces, grabamos una píldora para que ellos puedan verla cuando puedan./TAMBIÉN ES NOTICIA