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El reto es aumentar la red de carga del GNV
El compromiso medioambiental del taxi no puede verse perjudicado por la sostenibilidad económica, explica José Ramón Freire, director de Soluciones de Movilidad de Gas Natural Fenosa, en esta entrevista. Por ello, cree que el uso del gas natural vehicular, que además de proporcionar mejoras medioambientales, supone un ahorro del 50% en la factura de combustible, es una alternativa real.
El taxi, un sector “exigente” que necesita de una fiabilidad probada, no es el único que puede beneficiarse del que en 2016 se convirtió en el combustible alternativo más usado en España. No obstante, tal y como señala el propio Freire, es necesario que se aumente la red de carga abierta al público y que desde las administraciones se fomente y bonifique el uso del vehículo ecológico.
Gaceta del Taxi.- Las recientes autorizaciones del Seat León a gas natural en Barcelona y Madrid amplían el número de vehículos propulsados con este combustible en la Ciudad Condal. ¿Cree que el sector del taxi está concienciado de la necesidad de reconvertir el parque automovilístico en uno más sostenible?
José Ramón Freire.- El sector del taxi está comprometido con vehículos más sostenibles, pero en un sector tan competido esta sostenibilidad medioambiental no puede perjudicar la sostenibilidad económica o, dicho de otra forma, penalizar los ingresos del taxista. A día de hoy el único combustible alternativo a los derivados petrolíferos que no sólo consigue mejoras medioambientales sino también un ahorro del entorno del 50% en la factura de combustible es el gas natural.
G.T.- Son muchas las asociaciones que solicitan a los ayuntamientos que se homologuen más vehículos propulsados con combustibles alternativos. ¿Se trabaja desde Gas Natural Fenosa con los fabricantes para poder ampliar la oferta?
JR.F.- Por supuesto, los combustibles alternativos se encuentran con la dificultad de competir con las grandes escalas de producción de los vehículos diésel. Gas Natural Fenosa lleva años en contacto con fabricantes para fomentar la fabricación de nuevos modelos propulsados por gas natural comprimido. Su política de precios y ayudas mediante bono de combustible al taxista intentan incentivar esa transición hacia taxis limpios en las ciudades.
Las cosas han cambiado mucho en los últimos años: hay más operadores suministrando gas natural; la Administración está involucrada a todos los niveles; el problema medioambiental en las grandes ciudades se está tomando en serio y los fabricantes han igualado los precios de los vehículos de gas natural y los diésel. El taxista ahorra y la ciudad mejora su aire desde el minuto cero de la utilización de un taxi propulsado por gas natural.
G.T.- En muchas ocasiones se ha hablado de la importancia del taxi a la hora de “vender” vehículos fiables y duraderos. ¿Puede suceder lo mismo a la hora de popularizar el uso del gas natural?
JR.F.- El sector del taxi es exigente a la hora de introducir un nuevo modelo, y necesita de una fiabilidad probada para apostar por el vehículo. La experiencia con taxis de gas natural ha demostrado que la fiabilidad no sólo no disminuye sino que aumenta, ya que al utilizar un combustible más limpio se elimina parte de la complejidad de los diésel actuales.
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