La asociación de taxistas de Guipúzcoa, Agitax, que agrupa a 380 de los 700 taxistas del territorio, se aqueja de que con la llegada de una nueva temporada de sidrerías ha aumentado también el número de ilegales.
La forma de trabajar de estos piratas no es a través de internet, sino que buscan, o más bien “merodean”, en la calle en busca de clientes. Se trataría de furgonetas y coches ilegales que ahora intentar sacar trabajo en los municipios de la comarca de Buruntzaldea.
Denunciarlos es tarea difícil porque los agentes solo pueden requerir documentación y preguntar a los ocupantes del vehículo. Ofrecen tarifas más baratas que el taxi, pero al tratarse de un servicio de ‘boca a boca’, es muy difícil de detectar.
El presidente de Agitax, Emilio Fernández, aclara que si bien la situación aún no es alarmarte es algo que les empieza a “preocupar”. Según afirma, son coches de particulares que muchas veces van cogiendo gente “y en un principio pueden parecer familiares o conocidos de los viajeros”. “Pero según nos dicen nuestros asociados, luego vuelven a por más gente y repiten varios viajes”, denuncia.
Las zonas más afectadas por esta forma de competencia desleal serían, de acuerdo a declaraciones de Fernández para un periódico local, las próximas a sidrerías. Esto supone una competencia directa a los 39 taxis que operan de forma regular en los municipios de Buruntzaldea (seis en Andoain, uno en Astigarraga, catorce en Hernani, otros catorce en Lasarte-Oria, dos en Urnieta y dos más en Usurbil) y que gracias a acuerdo comarcal colaboran en temporada de sidrerías para ofrecer un mayor servicio a todas las personas que necesitan desplazarse a otros pueblos.