Tras su abandono en la carrera anterior disputada en Singapur, Lewis Hamilton no quería dejar pasar la oportunidad de poner las cosas de nuevo en su sitio y volver a saborear las mieles del triunfo. La del Gran Premio de Japón es la octava victoria del piloto británico en lo que va de año y su tercer título mundial es sólo cuestión de tiempo.
A pesar de que el sábado el hombre más rápido durante la sesión de clasificación fue Nico Rosberg, el domingo la historia fue distinta y de nuevo el actual campeón del mundo le volvió a mojar la oreja a su compañero de equipo en Mercedes aventajándole al final de la carrera en casi veinte segundos.
Detrás de los bólidos de Mercedes, que volvieron a conseguir un doblete, aparecieron inmediatamente los dos coches de Ferrari, con Sebastian Vettel llegando en tercer lugar–ya son diez veces en las que ha subido al cajón este año- justo por delante de Kimi Raikkonen.
Pero el momento más llamativo en Suzuka lo protagonizó Fernando Alonso a través de la radio interna con el equipo Mclaren. Durante un instante de la carrera, la realización encargada de dar la señal de televisión, hizo pública una conversación del piloto asturiano con los ingenieros donde se lamentaba del poco rendimiento de su motor Honda, afirmando que tenía nivel de GP2, categoría de segunda fila que sirve para saltar a la Fórmula 1. El asturiarno se quedó a las puertas de los puntos finalizando la carrera japonesa en undécimo lugar.
Al final de la carrera el bicampeón español justificaba estos comentarios haciendo referencia a la difícil situación que supone que un coche como el Sauber de Ericsson te adelante, dado el nivel de éstos. A Ron Dennis, la cabeza visible de Mclaren en la Fórmula 1, no le han gustado para nada los comentarios insinuando que se produjo una situación “bochornosa”.
A lo largo de esta semana Mclaren anunciará un nuevo patrocinador, según afirmó el propio Denis y espera que las grandes inversiones que se están haciendo desde Japón den sus frutos lo antes posible.
Por otro lado, el joven pilto español Carlos Sainz logró entrar en los puntos finalizando la carrera en décimo lugar. La parte menos buena dentro de esta importante noticia es que su compañero de equipo en Toro Rosso, Max Verstapen finalizó noveno por delante del piloto madrileño.