Aunque se desconoce cuántos coches particulares circulan por Barcelona conectados a Uber, sus responsables sí aseguran por el contrario que el número de solicitudes crece “semana a semana", según informa El País en su edición de Cataluña.
La Asociación Profesional Élite Taxi, que ya ha convocado dos huelgas para protestar contra la compañía estadounidense, estima que entre 700 y 800 personas ofrecieron sus servicios a través de Uber entre julio y agosto en Barcelona, aunque cree que la cifra ha caído en septiembre. Los chóferes que usan la aplicación aseguran que la empresa “no tiene todos los coches que quisiera” y que les motiva constantemente a atraer compañeros con un incentivo de 100 euros por cada nuevo conductor.
La Dirección General de Transportes y Movilidad de la Generalitat ha abierto 50 expedientes a conductores desde el pasado abril cuando esta aplicación comenzó a operar en Barcelona. El importe medio de las multas asciende a 4.000 euros de media. El subinspector de la División de Tráfico de los Mossos d’Esquadra, Carlos Gómez, explica que los agentes proponen dos sanciones cuando detectan a un chófer de esta aplicación: “Una contra el propietario del vehículo, y siempre hacemos constar que trabaja con Uber para que también se instruya una infracción contra la empresa por ofrecer servicios de transporte sin contar con licencia”.
Transportes tiene en trámite otros 50 expedientes, también de 4.000 euros de media. De este centenar, aún no se ha cerrado ninguno, ya que Uber recurre tanto los suyos como los de sus usuarios. Es decir que la Generalitat no ha cobrado un solo euro y, según Élite, los investigados siguen trasladando pasajeros de forma irregular.
En lugar de sentirse amilanada por la elevada cuantía de las multas (200.000 euros, de momento ) la empresa sigue su búsqueda de conductores y esta misma semana aterrizaba también en Madrid. De nuevo ha hecho caso omiso al requerimiento de la Consejería de Transportes de la capital para que no operara hasta que acredite que cumple con la legalidad.
Además de las acciones legales, los taxistas catalanes han tomado medidas por su cuenta. Unos 3.000 de los 14.000 taxistas de Barcelona llevan en sus vehículos un listado con los nombres, fotos y matrículas de coche de 180 conductores de Uber. El registro llega a incluir números de móviles, en algunos casos. Ha sido elaborado por ellos mismos y lo usan para identificarlos cuando recogen clientes y llamar a las autoridades para denunciarlos.
Taxistas y conductores piratas se han embarcado en un cruce de denuncias, vídeos y fotos este verano. Uno de estos últimos, usuario de Uber según Élite, fue juzgado el pasado miércoles. Un taxista le acusa de amenazarle con una navaja cuando le recriminaba que transportara pasajeros sin licencia.
Seis taxistas están a la espera de juicio tras ser acusados de robo y agresión por dos chóferes de vehículos ilegales en dos episodios distintos.
Por su parte el Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) niega que falte orden en el sector y considera que 50 conductores de Uber hallados en cinco meses por las autoridades es una cifra “positiva” dado “el misterio” en el que se mueve la empresa. “Sus coches no llevan ningún distintivo, así que es muy difícil detectarlos”, afirma Eduard Ràmia, gerente del IMET.
Para 2015, cuando está previsto que entre en vigor la ley del Gobierno catalán que permita a la Policía inmovilizar los taxis pirata de forma inmediata, el gerente confía en que estas apps ilegales dejen de operar en Barcelona. Si no, esto será ingobernable”, concluye el diario.