Por Jaime Pérez del Pulgar, director general de Autocab para España
Cuando parecía que nuestras vidas empezaban a recuperar la normalidad, ha llegado a nuestras vidas la sexta Ola Covid, con su variante Omicron, que está poniendo en jaque a ciudadanos de todo el mundo. La pandemia, sin duda, ha cambiado nuestra forma de vivir y durante estos meses hemos empezado a tener una idea más clara de cómo vamos a trabajar, comprar y viajar en el futuro.
Por ejemplo, la tendencia a quedarse en casa es algo que parece que va a continuar. Incluso en las semanas más tranquilas tras la quita ola con la reapertura de las grandes superficies, los compradores no han acudido a las calles en el mismo número que antes de la pandemia, y la gente recurre a las tiendas y servicios esenciales en sus ciudades locales en lugar de desplazarse a los centros urbanos. Los datos recientes corroboran esta afirmación, ya que muestran que, en las ciudades, el porcentaje de disminución del uso del transporte público es mayor que en las poblaciones pequeñas o medianas. McKinsey ha descrito los cambios que estamos viendo como un movimiento hacia la movilidad "hiperlocal".
La pandemia del Coronavirus ha planteado numerosos retos al sector del taxi y del VTC. Pero el deseo de permanecer en el ámbito local abre enormes oportunidades. Muchas empresas de taxi están dirigidas por operadores locales que se centran en sus comunidades y las conocen a la perfección. Tres de las principales prioridades que afectan a nuestra vuelta a la "normalidad" podrían ser también clave para la recuperación del sector del taxi.
El paso al trabajo híbrido
La mayoría está de acuerdo en que las empresas adoptarán ampliamente el trabajo híbrido, en el que el personal dividirá su tiempo entre el hogar y la oficina. Esto, en sí mismo, está cambiando el panorama de los desplazamientos al trabajo, incluso antes de considerar cualquier nerviosismo persistente o preocupación por la higiene al tomar el transporte público. Sin embargo, la alternativa -centros urbanos llenos de coches- no es la respuesta. El informe de McKinsey predice un gran descenso en el uso del transporte privado en los próximos diez años, lo que sugiere que tampoco estamos dispuestos a desplazarnos en nuestros propios coches.
La gente quiere opciones de transporte que los lleven desde los pueblos y ciudades al centro de estas, de forma segura. Los taxis han estado en primera línea durante la pandemia, transportando a la gente hacia y desde las citas médicas y los centros de vacunación, de forma segura. Para ello, muchos han adoptado la tecnología, permitiendo, por ejemplo, que los pasajeros utilicen aplicaciones para reservar y pagar directamente desde sus teléfonos. Han puesto en marcha otros muchos procesos de higiene y seguridad y han demostrado ser una forma segura de viajar.
Entregas a domicilio
La pandemia ha sido una época decisiva para las entregas a domicilio. Las compras online ya no son sólo dominio de la gran distribución y la hostelería. Miles de negocios han hecho de la entrega a domicilio una opción, y es probable que sea un canal que mantendrán tras el cierre.
Incluso estamos empezando a ver el lanzamiento de servicios de entrega en el mismo día de empresas que no tienen la escala de Amazon. Algunas ofrecen la entrega de cantidades sorprendentemente pequeñas de artículos -cereales o bebidas, por ejemplo- para las compras urgentes de última hora.
Los taxis son sinónimo de comodidad y han aprovechado la tendencia del reparto a domicilio. Muchos de ellos se han asociado con tiendas de comestibles o restaurantes locales, lo que ayuda a las pequeñas empresas, en particular, a continuar con su actividad utilizando los taxis para la entrega de sus servicios.
La lucha contra las emisiones
Las cuestiones ecológicas volverán a ocupar un lugar destacado en la agenda después de la pandemia. Con la celebración de la Cumbre del G7 y la COP26 en el Reino Unido este año, la consecución de los objetivos de reducción de emisiones en las ciudades y en las comunidades será una gran prioridad.
Además de ayudar a reducir el número de personas que se desplazan en sus propios coches al centro de las ciudades, también veremos un número creciente de taxis híbridos y eléctricos, tanto en desarrollo como en las carreteras.
El sector del taxi se esfuerza por demostrar su compromiso con la reducción de las emisiones y por garantizar que sus flotas sean una alternativa ecológica a otras formas de transporte.
A pesar de la tensión que siente el sector del taxi y del alquiler privado desde marzo de 2020, muchas empresas se han adaptado y han identificado nuevas fuentes de ingresos que continuarán más allá de Covid-19. Las empresas de taxi siguen desempeñando un papel fundamental en sus comunidades y estarán ahí para que la gente vuelva a moverse -de forma segura, cómoda y rentable- cuando llegue el momento.