Elías Rojo Ucar, taxista de la localidad vizcaína de Getxo, se convirtió hace más de tres años en un profesional pionero en el País Vasco al portar en su propio vehículo, un dispositivo desfibrilador dispuesto a ser utilizado en caso de algún desafortunado accidente cardiovascular. Junto a esa especial preocupación por la salud de los demás, este taxista considera que el deporte es la principal vía para llevar una vida saludable propia, a pesar de lo sedentario que puede llegar a ser el trabajo en el taxi.
Gaceta del Taxi.- Hace más de tres años que instaló estos desfibriladores, ¿cuál fue la razón por la que pensó que sería necesario y bueno instalar estos dispositivos en su propio taxi?
Elías Rojo.- Antes de acceder al mundo del taxi, me dediqué durante cinco años a la conducción de ambulancias. Y en el taxi, en cuanto tuve la oportunidad quería colaborar para ayudar a la gente. Al final es algo a lo que me he dedicado y me sentía un poco en la obligación por vocación. Somos gente que estamos todo el día en la calle y el hecho de poder utilizar algo para ayudar a quien está delante de ti, teniendo además conocimientos para el empleo de la técnica de reanimación, me hizo lanzarme a por esta iniciativa.
G.T.- ¿Alguna vez ha tenido la mala suerte de tener que utilizar estos aparatos en el taxi?
E.R.- El mío no. En la ambulancia lo he utilizado muchas veces pero como taxista nunca me ha tocado tener que utilizarlo, afortunadamente. Pero considero que es importante puesto que soy un punto cardioprotegido móvil y es una ayuda para quien lo pueda necesitar en algún momento dado. El Ayuntamiento y la Policía Local de Getxo saben que tengo este dispositivo y, llegado el caso si pasa algo y estoy en la zona, me llamarán a mí. Antes de acabar la carrera, si me dicen que ha pasado algo acudo sin dudarlo porque ante todo está la salud y el ayudar a las personas. El desfibrilador es un aparato vital en el caso de la muerte súbita.
G.T.- Alguna vez algunos compañeros de profesión se han planteado incluso si fuera necesario que un taxista llevara a cabo, al menos, los cursos básicos de reanimación para este tipo de desafortunados casos, ¿está de acuerdo?
E.R.- Ampliando incluso aún más el espectro, opino que desde los colegios se tendrían que dar cursos básicos de reanimación ¿Por qué no se pueden dar todos los años unos cursos de RCP con unos maniquíes? Sería muy interesante para que la gente sepa hacerlo. Es algo muy básico y muy fácil de hacer. La peor RCP es la que no se realiza, porque mejor o peor tú vas a tender a ayudar a una persona. A todo el mundo le gusta saber sobre este tipo de cosas porque nunca sabes cuándo lo puedes utilizar.
G.T.- Pero más allá de mirar por la salud de los demás, a través del deporte se mejora la calidad de vida de uno mismo. Desde hace un tiempo venimos recogiendo ejemplos de taxistas que, junto a las largas jornadas de trabajo, también apuestan claramente por una vida ligada al deporte, ¿creé que se podría hacer algo más en este aspecto?
E.R.- Hay que partir de la base que el taxi es un trabajo muy sedentario, con jornadas de trabajo largas en las que estamos mucho tiempo sentados. Además, la gente del norte tenemos un punto muy poco a favor con el clima. Aquí en Euskadi que ahora hace mucho frio, tenemos tendencia a estar metidos en el coche.
(…)
PUEDES LEER LA ENTREVISTA COMPLETA DESCARGANDO EL PDF