Más vehículos homologados como eurotaxi, más taxis adaptados en las calles pero ninguna ayuda para el discapacitado. Esta es la realidad a la que se enfrentan cada día los eurotaxistas de Madrid, tal y como explica a nuestro medio Julián Fernández, portavoz de AEMA. Critica además que la nueva regulación para eurotaxis, que les permite trabajar los 365 días del año, no haya tenido un estudio en paralelo sobre las necesidades reales del colectivo de personas con discapacidad.
Gaceta del Taxi.-Hay más taxis adaptados en las calles gracias a última convocatoria que permite a quienes tengan un eurotaxi trabajar los 365 días. ¿Cuál es la postura de AEMA?
Julián Fernández.-.No nos parece bien la medida, aunque por no dejar espacio libre nos hemos apuntado todos. Es decir, entendíamos que si sacaban 300 plazas y se apuntaban nuestros socios, dejábamos una plaza libre para quienes sí iban a utilizar los siete días a la semana. Tengo que decir que de los 86 taxis que formamos AEMA solo cuatro tienen conductor y que, en general, todos respetan sus libranzas, si bien las hemos adaptados a nuestras necesidades. Es decir, si trabajamos de lunes a viernes, descansamos el fin de semana.
Y es ahí donde está el verdadero problema, porque aunque hay más taxis, no garantizan que estén donde están los usuarios. Esta medida no ha ido acompañada de la voluntad de garantizar realmente el servicio. Cuando estamos hablando de unos 150 eurotaxis, estamos en las mismas. Nadie asegura que a las 10 de la noche de un viernes haya suficientes eurotaxis trabajando, porque no hay obligación a ello. Es muy probable que un lunes a las 12 de la noche que solo haya un coche, y el problema seguirá siendo el mismo de siempre.
G.T.-En su opinión, ¿cómo debería haberse gestionado esta nueva norma?
J.F.-Lo primero que se tendría que haber hecho es una ordenación, porque con el número de servicios que hacemos a diario para sillas de rueda no se ve que sean necesarios más eurotaxis. Si había un problema de proximidad al usuario lo suyo hubiera sido ordenar esta cuestión.
Es cierto que al haber más eurotaxis en las calles hay más posibilidades de que haya alguno cerca de una zona cuando el cliente lo requiere, pero no es algo seguro. Si el fin de semana el trabajo está en Madrid, el señor que necesite un eurotaxi en Leganés no tendrá transporte. Y por qué. Porque el eurotaxista sale a trabajar y va a ir donde hay trabajo. Aunque haya más eurotaxis, ningún eurotaxista puede dedicarse exclusivamente a este colectivo porque, desgraciadamente, no hay demanda, y no hay demanda porque no se dan ayudas para el transporte. Esto es así
Aquí al final el que paga que haya eurotaxis en la calle es el propio sector del taxi. Si yo salgo a trabajar un viernes que teóricamente tendría que librar y hago dos o tres servicios para personas en silla de ruedas, el resto de mi jornada haré el mismo trabajo que mis compañeros. Por lo tanto estamos subvencionando este servicio nosotros mismos, y todo ello sin poder garantizar que el discapacitado tenga el acceso a su servicio.
G.T.-Por sus declaraciones, entiendo que cree que no se trabaja lo suficiente para conseguir subvenciones para el transporte…
J.F.-Efectivamente. No se incentiva al usuario que necesita este transporte público para que lo utilice. Toda política de integración pasa por el transporte público. No puedes hablar de integración si no facilitas no solo el acceso a la educación o al trabajo, sino también al ocio. Si me ofrecen un trabajo y me cuesta más el transporte que el salario, no me muevo de casa. No tiene sentido que no se fomente la ayuda a la movilidad. Si necesitas un taxi para todo, no te mueves, porque no te lo puedes permitir. Es el caso de un pensionista con rentas muy bajas.
Y hay otras cuestiones, como es el caso del transporte en ambulancias a citas médicas que son solo eso, transporte. En ocasiones los pacientes, algunos en sillas de ruedas y otras no, tienen que esperar hasta 4 horas cuando hay treinta taxis en la puerta. Y aunque lo hemos hablado con la Comunidad de Madrid ellos nos remiten a las ambulancias y claro, nadie quiere perder su negocio aunque eso suponga malgastar el dinero público porque se paga un servicio más caro y menos eficiente. Con el taxi, en cambio, sería un servicio inmediato.
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LA ENTREVISTA COMPLETA PRÓXIMAMENTE EN NUESTRO NÚMERO DE JULIO