Primeras reacciones contra la exclusión de taxistas con VIH

La Ordenanza del Ayuntamiento de Madrid, pese a introducir algunos cambios, mantiene una cláusula de la Ordenanza municipal de 1980 que discrimina, entre otros colectivos a los enfermos de sida. El grupo de IUCM y la Coordinadora Estatal de VIH-Sida ya han criticado duramente la medida, que califican de “discriminación”.

 

La nueva Ordenanza detalla que para poder ejercer como taxista es necesario “tener el carné de conducir, conocer la ciudad, no haber cometido delitos”. Pero también dice que, como requisito para poder acceder a la profesión, los conductores no deben padecer “enfermedad infecto-contagiosa o impedimento físico o psíquico que imposibilite o dificulte el normal ejercicio de la profesión”.

Así, ya han surgido las primeras críticas a este punto. El área de Libertades Sexuales de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid ha enviado un comunicado en pide la retirada inmediata de tal requisito, al que califica de “un ataque a los derechos humanos más básicos” propio de “épocas muy oscuras y poco democráticas”. De mantenerlo, explica IUCM, “el Ayuntamiento de Madrid se convierte en cómplice de la discriminación, la violencia y la estigmatización que viven muchas personas cada día”.

 

La Coordinadora Estatal de VIH-Sida (Cesida) ha comenzado a recoger firmas en la Red para pedir al Ayuntamiento de que retire ésta prohibición ya que la considera una “discriminación” hacia las personas con VIH, “inaceptable en una sociedad moderna y abierta como la madrileña”,  según la entidad.

 

Cesida aclara también que aunque no se menciona abiertamente a las personas con sida, el punto que habla de “enfermedad infecto-contagiosa” englobaría a este grupo. La web del Ministerio de Sanidad, sin ir más lejos, incluye esta enfermedad entre las “enfermedades infecciosas y parasitarias”, junto a otras muchas como la tuberculosis o la lepra.

 

Así, la Coordinadora española de VIH considera que se retire esta enfermedad de este catálogo de enfermedades infecto-contagiosas, ya que supone en muchos casos el motivo de no aceptación de una persona con sida en determinados espacios e incluso puestos laborales”, indica.