El Ministerio chino de Transporte obligará a empresas como Uber, o la local Didi Kuaidi, a tener licencia de contrato de vehículos, además de precios fijados por el Gobierno o decididos a base del mercado.
Con estas medidas, presentes en un borrador publicado en la prensa local, las autoridades chinas incrementarán el control sobre este tipo de empresas ante las quejas del sector del taxi. Además, estas compañías se verán obligadas a abrir sus servidores en territorio chino.
Serán un total de nueve, los organismos a los que se tendrán que ver sometidas estas empresas antes y durante su lanzamiento al mercado. Según el borrador, la violación de la normativa podrá ser penada con hasta 1 millón de yuanes (unos 150.000 euros) o la supresión de la licencia en el país.
El borrador se ha hecho público después de que el Gobierno de Shanghai conceciera la licencia de alquiler de coches por internet a Didi Kuaidi, una aplicación local similiar a Uber, respaldada por grandes multinacionales.
Este proyecto también incluye medidas para estimular el servicio del taxi tradicional para intentar contrarrestar el impacto de los nuevos competidores.