Ante la amenaza de una pronta desaparición del sector del taxi, Julio Sanz, presidente de la Confederación de Taxistas Autónomos (CTAE), ha solicitado al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy que durante esta legislatura se adopten medidas de protección al sector del taxi.
Si continúan favoreciendo la entrada de las grandes multinacionales que ofrecen servicios a través de VTCs, “el taxi desaparecerá en un plazo de 10 años”, indicó Julio Sanz en un comunicado, lo que implicaría que 100.000 familias en España quedarían desempleadas. Según explicó el propio Sanz, el taxi es la segunda empresa a nivel nacional en número de trabajo, solo por debajo de ACS, por lo que el daño económico sería considerable.
Por otro lado, desde CTAE han propuesto al nuevo ejecutivo crear un marco homogéneo de prestación de servicio a través de la Federación Española de Municipios, con el objetivo de eliminar las diferencias en la calidad de los vehículos y la profesionalidad de los conductores dependiendo de las ciudades.
Por último, Sanz también ha solicitado al Gobierno que se reconozcan como enfermedades profesionales aquellas que desarrollan los taxistas como consecuencia de sus largas jornadas de trabajo al volante. Entre las patologías que piden que sean reconocidas se encuentran la sordera, los problemas de próstata, patologías articulares y el stress.