La última edición del estudio elaborado por el RACC confirma el progresivo descenso del riesgo en las carreteras españolas. En el último año, el número de kilómetros de riesgo elevado o muy elevado ha pasado del 16% al 14,1%. En los últimos cuatro años, la reducción es más significativa, pasado del 20,7% al 14,1%.
La reducción de la peligrosidad se registra tanto en las autopistas como en las carreteras convencionales, si bien estas últimas siguen manteniendo un nivel de riesgo mucho mayor. Según el último informe, en 2015, la probabilidad de tener un accidente en una carretera convencional es cuatro veces mayor que en una autopista.
Galicia con un 19% y Cataluña con un 18,9% son las CCAA con mayor proporción de kilómetros negros y rojos dentro de la Red de Carreteras del Estado, mientras que Castilla y León es que más kilómetros negros y rojos acumula en sus carreteras (897), seguida de Castilla La Mancha (584) y de Aragón (408). Sólo la Región de Murcia está limpia de kilómetros negros y rojos en su red de carreteras.
El tramo donde más probabilidad tiene un conductor de sufrir un accidente se encuentra por segundo año consecutivo en la N-320 el cual empieza en la provincia de Guadalajara y termina en la Comunidad de Madrid. Dentro del listado de tramos más peligrosos de España todas son carreteras nacionales de calzada única, con dos carriles para la circulación.