Tras varios meses sin producción, la histórica fábrica de Coventry, cuna del Londo cab, vuelve a estar en activo. La compañía china Geely Automobile adquirió la empresa el pasado mes de febrero por la simbólica cantidad de once libras esterlinas (unos trece euros) y la refundó como Geely UK Limited.
“Después de un período de incertidumbre, la inversión del Grupo Geely ha asegurado el futuro de la icónica compañía de taxis, garantizando decenas de puestos de trabajo altamente especializados”, afirmó el ministro británico de Negocios, Vince Cable, en declaraciones recogidas por The Guardian.
La crisis económica, junto a varios errores técnicos e inversiones poco acertadas, propiciaron el hundimiento de la compañía británica, que se declaró en suspensión de pagos en octubre de 2012. En esa misma fecha, se tuvieron que retirar de forma urgente una partida de taxis después de descubrir un fallo grave en la dirección que podía llevar a imposibilitar el control del vehículo por parte del conductor.
A los problemas técnicos se sumaron nefastas inversiones, como el innovador Zingo Taxi, un sistema de localización de clientes mediante la detección de las frecuencias de los teléfonos móviles lanzado en 2004 que naufragó porque apenas 1.000 de los más de 21.000 taxistas londinenses se sumaron a la iniciativa. Tampoco ayudó la entrada de una dura competencia después de que en 2008 la alcaldía acabase con el monopolio de Manganese como única productora de taxis, otorgando licencias a otras empresas.