La entidad reguladora del transporte público de la ciudad del Támesis, Transport for London (TfL), ha admitido este jueves que la controvertida aplicación es completamente legal.
La crítica del colectivo de taxistas en Reino Unido hacia esta aplicación se centra en que ellos entienden que la app funciona como si se tratara de un taxímetro. Así, pidieron a su consorcio de transporte que se posicionase al respecto. El organismo admitió que el hecho de que un usuario de smartphones transmita información entre vehículo y operadores, no implica una relación entre estos dos.
Además, determina que “son tarifas calculadas de forma remota, que no lo convierte en un taxímetro ni mucho menos”, refleja la sentencia del ente Vozpópuli.