Según la Policía que investiga el accidente del pasado 29 de agosto en el que un taxista invadió la acera y atropelló a 7 personas, falleciendo en el acto una de ellas, el conductor, de 68 años, se habría desvanecido como consecuencia de un importante consumo de ansiolíticos.
Tal y como recogen varios medios de comunicación, el propio taxista explicó a los agentes que esa misma mañana había acudido al médico para tratarle problemas de depresión y ansiedad. Entre los efectos secundarios de los ansiolíticos se encuentra la somnolencia o el aturdimiento. Además, en caso de sobresodis, se puede hasta llegar a perder el conocimiento.
Los agentes, que todavía no han concluido el informe, tendrán que determinar la dosis consumida, en personas mayores de 65 años se recomiendan dosis muy bajas, y si el médico le había informado de que su consumo era incompatible con su actividad profesional.
Entre los heridos, que se recuperan favorablemente, también se encuentra el propio taxista, que dio negativo en la prueba de alcoholemia (0,0) y en la prueba de drogas.
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