La Seguridad Social ha aplicado una subida de la cuota de autónomos con carácter retroactivo que ha obligado a los autónomos a abonar casi 30 euros más en total, entre 2,8 y 12,2 euros más al mes en sus cotizaciones, correspondientes al incremento de un 0,3% de los tipos de cotización por contingencias profesionales y cese de actividad del mes de octubre.
El Real Decreto-ley 28/2018, de 28 de diciembre, para la revalorización de las pensiones públicas y otras medidas urgentes en materia social, laboral y de empleo, contemplaba esta subida del tipo que tendría que haberse aplicado desde enero.
De esta manera, si el autónomo cotiza por la base mínima, es decir, 944,40 euros al mes, el incremento mensual de los tipos en un 0,3% subirá su cuota mensual (283 euros) en 2,8 euros cada mes. Sin embargo, si esos 2,8 euros al mes se multiplican por los nueve meses que quedan pendientes por pagar desde enero daría como resultado una deuda de 25,2 euros. Deuda que sería mayor cuánto mayor sea la base por la que cotiza el autónomo. Así, si un trabajador por cuenta propia está por la base máxima, que es de 4.070,10 euros, el aumento será de 12,24 euros mensuales, que se traducen en una deuda de 110 euros por los nueve meses pendientes.
Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos se ha calificado esta medida como “sablazo injustificable” en uno de los peores momentos para el colectivo autónomo. “Habíamos pedido sensibilidad, un gesto ante la delicada situación que viven los autónomos”, ha recordado el presidente de ATA, Lorenzo Amor, en declaraciones a los medios. “La subida estaba pactada en 2018, cuando la economía subía”, ha señalado. “No era el momento, se tenía que haber aplazado”, ha insistido Amor, que ha pedido al Ejecutivo que también retrase la subida prevista para el 1 de enero. “Los autónomos no nos merecemos este trato”.
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