El Ayuntamiento de Barcelona pretende acabar con la costumbre ciudadana de parar los taxis en la calle alzando el brazo. El pretexto del consistorio se basa en que se trata de algo contrario a las tendencias ecológicas de reducir el tráfico, además de resultar arcaico a ojos del mismo.
De esta forma, Institut Metropolitá del Taxi (Imet), organismo de gestión del taxi dependiente del consistorio, está trabajando con el objetivo de llenar Barcelona de pequeñas paradas de taxis, tal y como informa La Vanguardia.
Lo que se busca es que la gente adopte la costumbre de acercarse a la parada que tenga más cercana y, de esta manera, resulte más cómodo que parar un taxi en mitad de la vía.
Mercedes Vidal, concejala de Movilidad y presidenta del Imet, aseguró al medio catalán que dada la situación económica, los taxistas circulan gran parte del tiempo en busca de clientes. “Los taxis sólo van ocupados con algún cliente durante el 39% del tiempo que están en marcha”, confesó Vidal. Ante esto, los taxistas se amontonan en una misma parada produciéndose enormes colas, de ahí que los profesionales se posicionen a favor de esta iniciativa de aumentar el número de paradas.
“Las microparadas son una gran idea” confiesa Alberto Martínez, representante de Élite Barcelona. “El reglamento dice que a menos de 50 metros de una parada sólo se pueden coger clientes en esa parada”, continúa el portavoz de la joven asociación, quien reconoce que ya le trasladaron esa idea a la concejal.
Prácticamente en la misma línea se encuentra la opinión de José María Sánchez, secretario general del Stac en Barcelona, quien afirma que aunque nos ería la solución definitiva, “podrían ayudar a mejorar la rentabilidad de la hora trabajada”.
Aún así, este plan parece que aún está lejos de ser una realidad, puesto que se desconocen los planos y los plazos a desarrollarse.