Una villa ibicenca de alquiler para turistas situada en la zona de sa Carroca, tenía pegados en sus teléfonos, adhesivos donde aparecía un número que ofrecía un servicio de transporte ilegal. Esta práctica fue descubierta por un taxista del grupo Élite-Corsaris d´Eivissa tras conocer el testimonio de una de las huéspedes de la casa.
“Soy una turista que vengo de suiza, somos ocho y solicitamos una furgoneta para ir a varios sitios. Pero el conductor a veces nos pidió un dinero y después otro, y cada vez cambiaba de tarifa”, explicaba al taxista una de las personas que había alquilado la villa, quién reconoció no saber hasta ese momento que se trataba de un servicio ilegal.
El taxista, por su parte, se alegraba de que al menos los turistas se hubieran dado cuenta por ellos mismos de que estaban empleando un transporte no permitido. “Al final se ahorran dinero y vienen más seguros con el taxi”, aseguró en una grabación transmitida a este medio el miembro de la asociación de profesionales.
Élite-Corsaris d´Eivissa ya tenía marcados como sospechosos estos números de teléfono, en su labor de lucha contra el intrusismo que desde hace ya más de un año llevan ejerciendo. Además, el profesional que ha descubierto este servicio de transporte ilegal también explicó en la grabación que van a intentar denunciar este caso ante la Policía.