La "incapacidad" policial frente al intrusismo lastra el beneficio del taxi

Aunque desde el sector reconocen que el intrusismo ha provocado que la caja del profesional se vea reducida en un 35-40%, la colaboración con la policía continúa siendo escasa, según denuncian profesionales de Ibiza y Costa del Sol. En ambas zonas, muy castigadas por el intrusismo veraniego,los taxistas han optado por organizarse para luchar contra los “piratas” a través de la información al usuario.

En Ibiza y Málaga tienen claro que el principal problema para combatir la piratería en el sector se encuentra es la incapacidad de la policía para poder tomar medidas contra el intrusismo. “Málaga es un caos”, indica Antonio Guerrero, de Élite Costa del Sol, asegura que están hartos de mantener reuniones con la administración sin que haya solución de por medio. “Queremos que las decisiones de esas reuniones sean vinculantes”, incide Guerrero.

En Ibiza, la situación es bastante similar. Para evitar que el intrusismo siga creciendo, desde la administración han aumentado los controles, pero para los Corsaris estos son ineficaces. “Hacen controles demasiado estáticos, están dos horas en un sitio y claro, los piratas se avisan entre ellos. Necesitamos controles dinámicos, que no sean siempre a la misma hora y en el mismo lugar”. Por otro lado lamentan que no les tomen en serio desde la administración, algo que les “quema mucho”.

Una actividad peligrosa

Cada verano se repite la misma historia y los encontronazos entre taxistas y los conductores piratas siguen repitiéndose. En Ibiza, la situación para los taxistas es ciertamente peligrosa. “La Policía insiste en que no se trata de ninguna mafia, que no están organizados como tal, pero tenemos muy claro que es todo lo contrario”, explica el taxista de los Corsaris, quien también asegura que siempre van dos o tres compañeros en las labores de disuasión porque pueden darse situaciones violentas.

En el aeropuerto de Málaga los piratas se encaran a los taxistas, antes de asegurar que no están haciendo nada ilegal. “Es en ese momento cuando amenazamos con llamar a la policía cuando se marchan, antes se enfrentan a nosotros”, explica Guerrero.

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