Crisis y agosto suelen ser una mala combinación para la economía y más aún para un sector tan susceptible a los cambios como lo es el taxi. En Badajoz, la recaudación ha caído un 50% y los profesionales tienen que alargar sus jornadas laborales.
Las 142 licencias que trabajan en la ciudad dan trabajo a 170 profesionales, entre conductores y titulares. Y éstos tienen que hacer más horas de las normales para intentar cuadrar las cuentas.
Después de tres años sin subir tarifas, los profesionales han propuesto una subida media del 6%, que el Ayuntamiento ha aceptado y que está pendiente de aprobación por la comisión regional de precios. De aprobarse definitivamente, el servicio mínimo pasará de 3,29 a 3.40 euros.