Tras un año de gestiones con AENA, la Dirección General de Transportes de la Comunidad de Madrid ha conseguido que sus inspectores de transporte puedan realizar sus labores de control dentro de la zona franca. Es decir, en la zona reservada a los pasajeros que se encuentran esperando su equipaje.
Tal y como explica al Comité Madrileño de Transporte por Carretera el propio Director, Pablo Rodríguez Sardinero, en estas zonas francas se encuentran dos empresas dedicadas a la actividad de arrendamiento con conductor.
Ahora, gracias al nuevo acuerdo, los inspectores pueden desarrollar su labor de vigilancia desde el pasado 9 de marzo, “velando por el cumplimiento de la normativa en vigor en materia de transportes” en estas zonas de la T1, T2 y T4.