El 1 de febrero estaba señalado en el calendario por el Ayuntamiento como el día en el que los profesionales del taxi debían de uniformarse de manera obligatoria, según lo acordado en las negociaciones de la nueva ordenanza del sector del taxi.
El uniforme, que ha sido aceptado por la práctica totalidad del sector del taxi santacrucero, está compuesto por un polo o camisa de color azul celeste -no camiseta- y un pantalón -o falda en el caso de las mujeres- de color azul oscuro o negro, además de zapatos negros cerrados, negándose las sandalias.
El portavoz de la asociación Élite Taxi Tenerife, Miguel Ojeda, manifestó que “visto lo visto, era lo mejor”, aunque en su caso, él aseguró que vestía de manera correcta para prestar un servicio público como es el taxi.
En caso de incumplimiento de esta orden, los taxistas se arriesgarán a ser multados con una cantidad de 100 euros, la cual podría aumentar en caso de reincidencia. Desde el Ayuntamiento han anunciado que se llevarán a cabo inspecciones para comprobar que no existen deficiencias en la prestación del servicio y que, efectivamente, se cumple con la normativa del uniforme.