"Algo más que desorbitado", así califica la defensa la petición de seis años de cárcel para un taxista de Barcelona por lanzar presuntamente un bote de humo a la policía autónoma durante la huelga del taxi del 25 de julio de 2018.
Según expone el ministerio fiscal, el acusado mostró en todo momento, durante la protesta ante la Delegación del Gobierno, una actitud “alterada y desafiante”, portando botes de humo que “no dudaba en exhibir ostentosamente”.
Sostiene también la fiscalía que el acusado lanzó uno de los botes contra los agentes de la línea policial, sin que llegara a alcanzar a ninguno de ellos. El taxista Diego M, por su parte asegura que en ningún momento lanzó botes a la línea policial, una versión que han corroborado los tres taxistas que han declarado como testigos de la defensa.
Por estos hechos, el ministerio público pide para el taxista un total de seis años de prisión, dos años y medio por delitos de desórdenes públicos con uso de instrumento peligroso, y otros tres años y medio por atentado a agente de la autoridad con uso de instrumento peligroso.
La defensa ha cuestionado la elevada pena solicitada por la Fiscalía y pedido al Tribunal que tome en consideración los aspectos atenuantes del caso para intentar rebajar la pena hasta la mitad.
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