Francisco Iglesias Rubio, socio de la Asociación Gremial de Madrid, que en los últimos días amenazó con quemarse a lo bonzo, ha entrado a media mañana en la sede de la organización con la intención de encadenarse en la mesa del despacho de presidencia.
En el acto fue avisada la Policía que se personó en Gremial con la intención de disuadirle de su actitud. Tras unos minutos, según hemos sabido, los agentes han logrado que el socio desistiera de sus intenciones y le animaron a desalojar la sede sin ningún tipo de oposición ni escándalo. Según nos ha confirmado el propio Francisco, en un principio iba a ser recibido por el presidente pero al llegar al despacho comprobó que no se encontraba presente.
Iglesias reclama desde hace tiempo una deuda de 25.000 euros por los servicios de radio taxi y también pide explicaciones sobre la venta de parte del inmueble por un valor de 5 millones del que los asociados desconocen por completo los detalles de cómo se encuentra la operación. El socio ha advertido que seguirá en su empeño hasta saber la situación real de sus deudas y de las cuentas de la organización.
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