Un taxista madrileño devolvió el pasado lunes un maletín que contenía un sobre con 6.000 euros a un matrimonio de turistas mexicanos que se lo habían dejado olvidado en su vehículo. No es la primera vez que este profesional perteneciente a la emisora Radio Teléfono Taxi se ve envuelto en un episodio de este tipo y reconoce que es gratificante, aunque supone una situación incómoda.
Francisco, un taxista con cuatro años en la profesión recogió el pasado lunes a unos clientes mexicanos en el Hotel Meliá Castilla de Madrid que querían dirigirse a la terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suarez Madrid Barajas. Tras dejar al matrimonio, que tenía pensado coger un autobús con destino a Salamanca, el taxista se digirió a la bolsa de espera de clientes y aprovechó para descansar un poco.
Fue en ese momento cuando Francisco se percató de que había un maletín en la parte trasera del asiento del copiloto. “La mochila estaba tras el asiento del copiloto, era muy pequeña y desde mi posición no la veía”, ha explicado el profesional a La Gaceta del Taxi.
Tras darse cuenta de que los clientes se habían dejado la maleta, el taxista de la capital abrió la misma para ver si había algún tipo de documentación con algún número de teléfono para poder localizar a los clientes. “Había una tarjeta con un teléfono de México, pero no estaba dado de alta en España y saltaba el buzón”, indica Francisco, que reconoce que buscando esa documentación se dio cuenta de que había un sobre con dinero.
Simultáneamente, los clientes, en el momento en el que se dieron cuenta que se habían dejado la maleta, se montaron en un taxi y se fueron hacia el hotel. “En el hotel me buscaron a mí en la parada, preguntaron si alguien me conocía pero lógicamente allí no estaba”, afirma el taxista que sí que reconoce que los clientes tuvieron el acierto de dejar su teléfono en recepción, “porque en el momento en el que vi que no había ningún documento ni ningún teléfono opté por llamar al hotel”.
Francisco explica que en el hotel, la recepcionista, todavía nerviosa al enterarse de la cantidad de dinero que habían olvidado los clientes, le dio el teléfono del matrimonio mexicano y rápidamente se puso en contacto con ellos. “Fue todo muy rápido, por suerte aún no se habían subido al autobús de Salamanca así que en el mismo aeropuerto les pude entregar sus pertenencias”, indica el profesional, que sin embargo, sí que advirtió a los clientes para evitar problemas que la mochila estaba revuelta y que sabía que había dinero. “Les dije que si querían contarlo no me iba a sentir ofendido, pero el cliente dijo que en ningún caso iba a contar el dinero porque daban por hecho que era una persona honrada”.
Los clientes gratificaron al taxista y tras volver de su viaje de Salamanca, contactaron con Francisco y le hicieron varios regalos como productos alimenticios de Guijuelo. “Al final la historia ha quedado genial”, explica entre risas el taxista.
Sin embargo, y por desgracia, el propio profesional explica que estas situaciones no siempre resultan tan gratificantes. “Lo que ha pasado con esta pareja ha sido bestial y los comentarios de los compañeros hacen que se te infle el pecho de orgullo”, indica Francisco, un taxista que hace cuatro meses se sumó a la plataforma TNT, una pequeña organización que está intentando mejorar la situación del taxi.
“Las cosas no siempre salen igual de bien, en ocasiones he devuelto objetos a algún cliente e incluso me ha puesto mala cara. Nunca sabes si debes cobrar o no ese trayecto, yo desde luego nunca exijo nada pero al igual que entre los taxistas hay de todo, entre los clientes también”, lamenta Francisco, un taxista que desde hace unos días se ha convertido en un verdadero ejemplo y motivo de orgullo para sus compañeros de profesión.