“Que desaparezca la CTE es una frustración personal enorme”

Decir adiós nunca es sencillo y más cuando en aquello de lo que te despides has depositado horas, días, meses y años de esfuerzos y dedicación. Con motivo de disolución de la CTE, hablamos Miguel Tomás, quien fuera su presidente durante 25 años  y que, además, ayudó en su fundación en 1977. Una época “muy difícil” en la que reconoce que se peleó mucho para que el taxi tuviera una organización nacional alternativa al sindicato vertical. Por ello califica de “frustrante” la desaparición de la organización, sobre todo después de haberla dejado en 2005 sin ningún problema económico. 

 

 

Aunque desconoce cómo se ha podido llegar a esta situación apenas una década después, critica la gestión de los cursos de formación y la generación de gastos “desorbitados”. Además, lamenta que los presuntos responsables de esta situación estén creando una cortina de humo, demostrando que la organización que se va a liquidar “no les importa nada”. 

 

 

Gaceta del Taxi.- Como ex presidente de la Confederación del Taxi, ¿qué valoración hace ante la desaparición de una organización histórica como esta?

 

 

Miguel Tomás.-  La valoración es, evidentemente, negativa desde mi punto de vista personal, como ex presidente de la Confederación, aparte de estar sorprendido de la gestión que se ha llevado. No entiendo como se ha podido llegar a esta situación cuando nosotros dejamos CTE con un capital líquido de 200.000 euros en 2005 y no había ningún problema económico. No comprendo cómo se ha gestionado el tema de la formación y tampoco cómo se han generado gastos desorbitados por encima de las posibilidades de la organización. Desde mi punto de vista y desde otros miembros de ejecutiva con los que he podido hablar, es un fracaso.

 

[G.T.- ¿Qué pierde el sector del taxi con la desaparición de la CTE?

 

M.T.- Desaparece toda la historia de la CTE, que fue la primera organización del taxi a nivel nacional. Nosotros creamos esta Confederación en momentos difíciles, nuestro local en Madrid estaba en el famoso despacho de abogados de Atocha. Perdemos todo lo que significó en aquella época montar una organización, luchando contra el sindicato vertical y contra el gobierno que había. Que hoy en día que la organización que a tantos compañeros nos costó crear desaparezca es una frustración personal enorme. 

 

G.T.- Crear una nueva organización o integrarse en alguna de las existentes son las dos opciones que valora la actual ejecutiva. ¿Qué solución ve más factible?

 

 

M.T.- No lo veo claro. Hay que explicar que en la ejecutiva hay dos facciones. Una de ellas formada por la Federación Vasca, la Asturiana y el Sindicat del Taxi de Catalunya, que son quienes en una reunión a tres el 29 de abril decidieron anunciar que se personarían como acusación en la causa de la CNMC contra el ROTT.

 

 

Desde mi punto de vista, creo que la reunión mantenida por estas tres organizaciones es el embrión de una nueva organización. Para mí es una estrategia con la que intentan tapar todas las noticias sobre la CTE y su decadencia y desaparición. El problema es que los que han provocado este desastre están buscando una alternativa, pero sin contar con nadie.