José Antonio, un taxista de la Isla de San Fernando, tras el nacimiento de su hija, un buen día decidió poner en marcha una iniciativa para facilitar el transporte a las personas que decidieran hacerse donantes de sangre y médula. Este proyecto consistía en facilitar viajes gratis a Cádiz a aquellos que decidan colaborar en tan necesaria labor. Los taxistas esperan con esto llamar la atención de los más indecisos que encuentran en el transporte una barrera para realizar las donaciones.
“Aunque uno siempre tiene sentimientos porque es humano, cuando tienes un hijo ya la vida se pone a flor de piel y entiendes lo que nos decían nuestros padres cuando éramos pequeños”, explica José Antonio. Tanto fue el shock que provocó a la pareja, que su mujer también entendió que había llegado el momento de aportar a la comunidad y decidió hacerse donante. “Empezó a buscar información porque uno se tiene que documentar para todo y cuando me dijo que podría hacerlo vi las dificultades que se encontró de disponibilidad y de transporte”.
Fue entonces cuando a este taxista de San Fernando se le encendió” la luz de la bombilla” y este pasado mes de mayo decidió ofrecer su taxi, no ya solo a su mujer, sino a todo aquel que quisiera llevar a cabo una labor solidaria de esas características en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, a unos 10 kilómetros por autovía desde su localidad. “El taxi es el medio de transporte más efectivo”, explica José Antonio, que en su primera iniciativa ofreció cuatro plazas para personas que quisieran donar y por motivos de trabajo y demás responsabilidades estuvieran en la misma situación que su mujer
Donantes “online” pero no reales
Consciente de que el taxi era una herramienta muy útil para llamar a la gente a la donación, este profesional de San Fernando dio promoción a su iniciativa a través de las redes sociales y ésta fue corriendo como la pólvora. “Lo publique en mi página de Facebook y al ofrecer mi taxi para donantes mucha gente empezó a preguntar”, indica el taxista. “Estuve toda una semana contestando a la gente, apuntándola y desapuntándola y al final tuvo mucha más repercusión de la que yo esperaba porque lo compartieron unas 10.000 personas”.
Sin embargo, este profesional del taxi de San Fernando se encontró muy pronto con una dura lección de realidad a través de las nuevas formas de comunicarnos que constituyen las redes sociales. “De 10.000 personas que compartieron mi iniciativa, incluida la alcaldesa del municipio, tan sólo conseguí cuatro personas para que se completara mi taxi y pudiera hacer una primera expedición”.
Solo cuatro personas y eso que había más plazas disponibles puesto que rápidamente compañeros de José Antonio también decidieron sumarse a esta iniciativa y ofrecieron sus coches para poder realizar viajes a otras horas y así, quienes viajaban con unos por la mañana, podrían hacerlo con otros taxistas por la tarde. “Es muy fácil darle a compartir o me gusta en Facebook, pero la realidad es que esta labor concreta no mueve a tantas personas como aparenta. Muchas veces nos creemos que han cambiado muchas cosas con las redes sociales pero luego es solo humo”, indica con cierto tono de desilusión.
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