“Parece que alguien quiere hundir el taxi en nuestro país”

Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA, volvió a mostrar su apoyo al sector del taxi en su nueva batalla contra la CNMC. Los dictámenes de esta Comisión suponen un precedente que, tal y como explica Amor, puede ser muy peligroso para todo el taxi de España.

 

Gaceta del Taxi.- ATA ha mostrado recientemente su apoyo al taxi cordobés tras conocerse el dictamen de Competencia. En su opinión, de llevarse a cabo, ¿sentaría un precedente?

 

Lorenzo Amor.- Sí, y un precedente muy peligroso. El dictamen de Competencia parece evidenciar que alguien tiene la obsesión de que el sector del taxi se hunda en nuestro país. En Alemania hay 81 millones de habitantes y 50.000 taxistas, y nadie habla de liberalización del taxi, mientras que en España hay 45 millones de habitantes y 70.000 taxistas, y a algunos les parecen todavía pocos.  En algún momento ha habido alguien de Competencia que decidió ir a por las ordenanzas del taxi en Córdoba, poniendo en duda desde el establecimiento de tarifas hasta el sistema de licencias, en contra de lo que establece la LOTT y el propio Reglamento Andaluz del taxi, y Málaga, es la siguiente. Ése es el comienzo para ir a por el taxi y a por los taxistas españoles. Espero que se solucione y no prospere. Tanto el sector y ATA estamos dispuestos a dialogar para encontrar una solución, pero no entiendo cómo,  a 100 días de las elecciones, se busca la confrontación con  los taxistas y los transportistas, y no hay más gestos hacía los autónomos, cuando creo que a ningún gobierno ni partido, le conviene.  

 

G.T.- El taxi, por ejemplo, está siendo víctima de la economía sumergida y sus variantes. ¿Por qué cree que, a pesar de las protestas y las decisiones judiciales, el Ejecutivo no interviene y muestra más contundencia a la hora de legislar? 

 

L.A.- Porque si aún no se ha sabido luchar con contundencia contra la economía sumergida ilegal, aún están más perdidos a la hora de afrontar la “alegal” disfrazada de progreso y modernidad. Parece que los aires liberalizadores confunden a aquellos que viven más fuera que dentro de España y que no se paran a entender la realidad del sector del taxi en nuestro país. Y esa realidad es que el sector del taxi español es un servicio público, porque no estamos en USA donde no existen, y como servicio público, está  hiperregulado y contingentado por la propia Administración para garantizar la mayor seguridad y calidad a los ciudadanos (…). Si todos nos ponemos a cuestionar la regulación por principio buscando excepciones, a lo mejor verían bien que yo decidiese pagar mis impuestos directamente a cada uno de los ciudadanos a través de una web, en vez de pagárselos directamente a la Agencia Tributaria, ya que dicho supuesto no está reflejado en una norma o que decidiese hacer trueque por internet con los antibióticos que me sobran en casa. Sinceramente, creo que no hay duda posible en cuanto al carácter ilegal al respecto, claro está, otra cosa es que les interese verlo, ni actuar.   

 

G.T.- Parece ser que se está viendo una ligera mejora económica a nivel general que les ha llevado a pedir menos impuestos para los autónomos y una menor carga administrativa. ¿Por qué ahora? 

 

L.A.- Creemos que en el momento actual, en el que han mejorado los datos de recaudación, se debe devolver a la sociedad en general y a los autónomos en particular el esfuerzo que han realizado durante años. Ahora hay margen fiscal para recompensar los sacrificios e inyectar confianza para consolidar la mejoría de los negocios y animar a la creación de empleo (…). Hay margen para eliminar cargas administrativas y facilitar el pago de tributos y no lo contrario.

No tiene sentido que, pese a la mejoría, vaya a entrar en vigor en enero de 2016 el nuevo límite de módulos para el transporte, que expulsará a una gran parte de los mismos del sistema y condenará a muchos a desaparecer. No es lógico que se niegue un aumento de sólo 50 mil euros en ese límite para equipararlo al sector agrícola y se ponga en jaque el empleo y las familias de muchos transportistas autónomos.

 

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