“Quiero animar a los taxistas a cuidarse y estar en forma”

Combinar el taxi con una vida deportiva puede resultar muy difícil. Las horas de entrenamiento posteriores a una larga jornada laboral son inasumibles para la gran mayoría de profesionales del taxi; y esa difícil combinación la ejecuta, día a día, Xavi Blasco, un taxista de Tossa de Mar que aún compite a nivel internacional al squash, deporte para el que necesita, de media, casi unas dieciocho horas de entrenamiento semanales.

A pesar de haber sido y ser aún un gran jugador de squash, éste deporte no otorga una remuneración lo suficientemente grande como para poder vivir exclusivamente de él. Por eso, hace 10 años, nuestro protagonista decidió acceder al mundo del taxi; un trabajo el cual vive de una manera especial y por el que está intentando luchar para que tenga un mejor futuro.

La Gaceta del Taxi.- ¿Se podría decir que sigue siendo profesional del squash?

Xavi Blasco.- Lo cierto es que aún juego en el circuito profesional. En verano trabajo más con el taxi y en invierno le dedico un poco menos de tiempo pero sí, se podría decir que sí que juego en el circuito profesional aunque en estos momentos no me puedo ganar la vida jugando al Squash, tengo que trabajar. En cualquier caro también soy monitor de este deporte por las tardes en un club y bueno, con algún torneo se puede decir que gano algo, pero si tuviera que plantearme ahora mismo vivir solo del squash no podría, es imposible.

G.T.- Actualmente, ¿en cuántos torneos a nivel internacional está participando al año?

X.V.- Ahora mismo, a nivel internacional, estoy intentando participar en unos 10 torneos anuales, pero por el circuito catalán y por el nacional también intento jugar algunos torneos. Son diferentes licencias, diferentes rankings y no se convalidan una cosa con la otra.

G.T.- Explica un poco a los lectores en qué situación se encuentra en estos momentos el squash en nuestro país.

X.V.- Eso creo que lo puedo hacer bien porque además soy miembro de la Junta Directiva de la Federación Catalana y estoy muy vinculado también en todos los asuntos federativos. El squash en España a finales de los ochenta y principios de los noventa hubo un boom muy grande. A raíz de principios del año 2000 la fiebre empezó a bajar un poco, empezaron a quitar algunas pistas, pero el squash sigue muy vivo.

G.T.- Centrándonos un poco en tu figura, ¿cómo lo hace para, después de una jornada en el taxi, tener ganas de llevar a cabo sus entrenamientos?

X.V.- La verdad que es difícil, pero es cierto que me lo combino un poco a mi manera. Lo primordial es que te tienes que marcar un horario. El taxi el problema que tiene es que la gente hace muchas horas, pero también te da esa libertad de decir, ahora me voy a entrenar, ahora vuelvo, etc. En mi caso lo cierto es que no facturo tanto con el taxi como facturan mis compañeros porque tengo que hacer menos horas, pero me permite la libertad de poder ir a entrenar cuando, por ejemplo, alguna mañana me toca hacer un entrenamiento físico y ese tipo de cosas. El taxi, si no tienes la necesidad de hacer muchas horas, te permite poder combinar el entrenamiento con el trabajo. Si un día tengo que trabajar 15 horas porque tengo descanso de entreno las hago sin ningún problema, pero si un día tengo que trabajar algo menos, pues tampoco pasa nada.

G.T.- ¿Cuántas horas le dedica al entrenamiento normalmente?

X.V.- Al día estamos entrenando aproximadamente unas tres horas. Hacemos unas dieciocho horas de entreno a la semana y de taxi, pues también hago lo que puedo. Hoy por ejemplo –se refiere el día en que se estaba realizando la entrevista- he empezado a las 8 de la mañana y estaré hasta las 17 horas con el taxi.

G.T.- Llevar una vida sana y deportiva es lo aconsejable, ¿ha llegado a crear un efecto contagio entre los compañeros para que se animen a la práctica del deporte?

X.V.- Bueno (risas), la verdad que alguno se va no a correr, pero sí que se cuida la alimentación o sale en bicicleta, etc. Este tipo de trabajos te llevan a una vida un poco sedentaria y luego es fácil padecer un poco de sobrepeso porque encima, al estar fuera de casa, no se cuida tampoco muy bien la alimentación. Quiero animar a los taxistas a que se cuiden, sobre todo por las características de nuestro trabajo. Con una horita al día para que, cada uno a su nivel, aproveche para ir a andar, o con la bicicleta, o nadar, sería suficiente.

G.T.- Después de pasar tantas horas durante un día en el taxi, ¿no afecta a la hora de activar muscularmente el cuerpo?

X.V.- Al principio cuesta un poco, pero en mi caso cuando no estoy conduciendo me lo intento tomar como horas de descanso. Intento estirar las piernas al echar el asiento para atrás, por ejemplo. Lo que pasa que el día que estas 10 horas y tienes que ir a entrenar al terminar con el taxi, pues activar el cuerpo y cambiar el chip cuesta un poco.

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