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28/05/2015 17:24:54 - Gaceta del Taxi

Bellos jardines para perderse


Enclaves ideales para adentrarse en sus caminos repletos de vegetación y disfrutar de la naturaleza y biodiversidad. Los hay urbanos y los hay más pintorescos ubicados en entornos más rurales, pero todos ellos comparten un ambiente idílico y bucólico. Algunos pocos conocidos, otros con más fama, albergan en su interior esculturas, grandiosos trabajos de jardinería, puentes, estanques y fuentes. Adéntrate en estos ‘pulmones’ naturales convertidos hoy en insólitos museos con magníficos tesoros históricos.

 

El Capricho(Madrid) 

 

Sin desmerecer al popular Parque del Retiro, El Capricho, alejado del bullicioso centro de la capital, se encuentra en el barrio de La Alameda de Osuna. Es el único jardín del romanticismo que conserva la capital y su construcción (entre 1787 y 1839) proviene de los deseos de la duquesa de Osuna por tener una villa de recreo. En 1943 es declarado jardín artístico y 31 años después, entra a formar parte del patrimonio madrileño abriéndose al público. Sin duda, un entorno lleno de sensaciones y colmado de historias en cada uno de sus rincones.

 

 

 

De la Ciudadela (Barcelona)

 

Este bello parque fue el primero que se diseñó en la Ciudad Condal, en la segunda mitad del S. XIX. Hasta entonces este espacio lo ocupaba una ciudadela militar mandada construir por el rey Felipe V en 1715. 

 

Declarado monumento histórico artístico en 1951, el parque está considerado también, por sus bellas esculturas, un auténtico museo al aire libre. Y no lo es solo por sus bellezas artísticas también por su rica y variada vegetación de magnolias, álamos, tilos, plátanos, paulonias o árboles sagrados, la mayoría centenaria. Aquí tienen también su espacio vital las garzas reales, hasta el punto de concentrar una de la colonias más importantes de Catalunya.  

 

 

 

El Pazo de Oca(La Estrada, Pontevedra) 

 

Situado en un Pazo señorial en la parroquia de Oca, forma un conjunto de una gran monumentalidad tanto arquitectónica, como botánica y ornamental. El recinto se construyó entre los siglos XVII y XVIII y está compuesto por el propio pazo, las viviendas de los trabajadores y la iglesia, que data del siglo XVIII y se erigió sobre restos de una antigua fortaleza.

 

 

 

 

 

 

 

El Alcázar de los Reyes Cristianos(Córdoba) 

 

Los extensos jardines que cierran el conjunto dan muestra de la monumentalidad y esplendor de esta fortaleza. Para tener una visión relativamente completa de los jardines hay que remontarse a tiempos de Julio César, quien se encargó de plantar diversas especies florales y árboles menos conocidos, tales como el plátano oriental. 

 

 

Hoy en día presenta una excelente organización, con cada detalle cuidado al milímetro y un delicioso olor a azahar. Su última configuración fue llevada a cabo a mediados del siglo XX. Se estructuran en tres terrazas a diferentes niveles, con fuentes y grandes albercas, rodeadas de las más variadas plantas autóctonas.

 

 

Del Real- Los Viveros (Valencia) 

Erigido sobre el solar que ocupara en parte el antiguo Palacio Real, puede considerarse a día de hoy el jardín más emblemático de la ciudad por su historia, valor cultural, ecológico y paisajístico, extensión y diversidad botánica. Sin duda alguna, el corazón verde de la ciudad.  Su trazado responde a diversos estilos de jardinería, fruto de las diferentes remodelaciones realizadas, con parterres de estilo romántico en su zona sur, zonas que imitan paisajes naturales en su parte norte, o la conocida “Rosaleda”.

 

 

 

 

 

 

 

 

Laberint d’Horta (Barcelona)  

 

Una joya verde en el corazón del distrito de Horta-Guinardó. Diseñado en 1792 por el ingeniero italiano Domenico Bagutti por iniciativa del propietario de la finca Joan Desvalls, Marqués de Llupià i d’Alfarràs, es el jardín más antiguo de Barcelona. Más adelante se llevó a cabo una ampliación, incorporando un jardín romántico con parterres, placitas, grandes árboles e incluso una cascada. 

 

Su estructura esun ejemplo inmejorable de jardinería culta y cuidada con esmero. En sus más de 9 hectáreas, podemos disfrutar de piezas escultóricas, algunas con motivos de la mitología griega y otras con motivos rústicos. Su especial atmósfera boscosa, está llena de rincones por descubrir. 










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