Poder llevar publicidad interior y exterior es una de las peticiones que suelen estar presentes en todas las negociaciones entre sector y administración.León, Sevilla, Valencia o Zaragoza son algunas de las que ya cuentan con los ingresos extra que puede aportar la publicidad. Barcelona ha sido la última incorporación, mientras que Madrid queda como la gran perjudicada, al seguir impidiendo el Ayuntamiento que porte publicidad en su exterior.
“La publicidad que se mueve”. Así se promocionan muchas cooperativas y radioemisoras de taxi en nuestro país para captar anunciantes que quieran publicitar su marca en sus puertas. Unos ingresos extra que vienen muy bien en cualquier momento y más ahora con la crisis y la caída de usuarios de taxi, que de media puede rondar el 40%. Si los taxistas tienen que seguir dando vueltas por la calle, aunque sea de vacío, ¿qué mejor que ganar dinero mientras lo hacen?
Mientras que Barcelona se ha convertido en la última ciudad en permitir publicidad exterior en sus vehículos, Madrid continúa reclamando este “derecho”. Desde las asociaciones a las cooperativas, pasando por los profesionales de manera individual, nadie termina de entender qué motivaciones se esconden para que el Ayuntamiento continúe negándose a que porten publicidad en su exterior.
Una cuestión que parece haber quedado en una situación todavía más complicada de modificar tras la publicación de la nueva ordenanza en la que esta posibilidad volvía a quedar descartada. Sí se autorizaba la posibilidad de publicitar el propio servicio de taxi en las puertas traseras y llevar publicidad interior.
El por qué de la negativa es, según han explicado fuentes del propio Ayuntamiento, reducir la mancha publicitaria en la ciudad. Una contradicción si tenemos en cuenta que tanto el Metro de Madrid y los autobuses de la Empresa Municipal de Transporte sí pueden llevar publicidad. Aunque, en este caso, la gestión corre a cargo de empresas municipales.
Es curioso también comprobar las diferencias al respecto entre Madrid y APC y los municipios que se encuentran fuera del mismo. Por ejemplo, en Alcalá de Henares los taxistas sí pueden llevar publicidad, igual que sucede en otros municipios que no son controlados por el Ayuntamiento de la capital.
Publicidad, un ingreso extra
Dejando al lado la polémica que suscita esta cuestión en Madrid, en el resto del país los profesionales sí pueden usar su taxi como vehículo-anuncio, ofertando buena parte de su superficie para quien quiera contratarla. Dando un paseo virtual por numerosas páginas web, pocas son las que no incluyan una sección “publicidad” en las que además de las tarifas, también explican formatos y medidas.
Si tuviéramos que enumerar todos los municipios en los que los taxis circulan con publicidad exterior nos quedaríamos sin páginas, pero por poner algunos ejemplos Algeciras, Las Palmas, Lanzarote, León Gijón, Oviedo, Murcia o Formigal, son algunos de los lugares en los que los taxis lucen los colores de la publicidad.
Una normativa más relajada e incluso un mejor entendimiento entre la administración pública y el sector hacen posible que en estas regiones, y en otras muchas, los profesionales puedan disponer de su taxi para contratar campañas publicitarias.
Una opción rentable
Pero, ¿qué ofrece el taxi a los anunciantes? Lo principal, una alta flexibilidad y un bajo costo en las campañas. Dos variables que permiten que la publicidad en el taxi sea una opción bastante rentable para los anunciantes. Además, los taxistas saben muy bien cómo venderse y recuerdan a sus potenciales anunciantes que sus vehículos suelen viajar a áreas de concentración comercial y que si no están en circulación están en paradas importantes (estaciones de tren, autobús, aeropuertos…).
Aunque la opción de la publicidad en el taxi no es una práctica habitual entre los grandes anunciantes, que cuando hablan de publicidad exterior prefieren apostar por mupis, vallas e incluso el transporte colectivo, sí es una fórmula muy utilizada entre los pequeños comerciantes y en ciudades medianas y pequeñas. Sin embargo, cada vez son más las agencias de publicidad que ven en el taxi un soporte publicitario perfecto para empresas de cualquier tamaño y con presupuestos que se adaptan a cualquier bolsillo y así lo anuncian en sus páginas corporativas.
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