Un estudio que analiza la situación del sector del taxi en nueve países antes y después de que se implantaran normas desreguladoras ha demostrado que la liberalización ha supuesto en esos estados un incremento de tarifas para el usuario y una disminución de la calidad del servicio.
El presidente de la Federación Profesional del Taxi, Julio Sanz, se ha hecho eco de este estudio elaborado por Choong-Ho Kang a petición de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte, para recordar que , cuando se habla de la desregulación del taxi, más allá de tratar asuntos de ámbito económico, también se habla “de los derechos de los ciudadanos a disponer de un servicio de transporte público de puerta a puerta que garantice unas tarifas asequibles y una calidad determinada”.
El estudio al que se refiere Julio Sanz, pedido por esta federación de trabajadores que está presente en más de 190 países de todo el mundo, ha analizado la situación del taxi en EEUU, Reino Unido, Suecia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Australia, Irlanda y Países Bajos. El informe revela que la desregulación del taxi en estos países no ha traído consecuencias positivas para el consumidor, ni tampoco para las compañías ni para los trabajadores.
“Vamos a hacer todo lo que podamos para que en España no suceda lo que está pasando en otros países”, explicó Sanz, quién también quiso indicar que desde la asociación que preside están tomando medidas legales contra la impugnación que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia presentó contra el Reglamento de Ordenación de Transportes Terrestres, que venía a regular el servicio de los vehículos de alquiler con conductor. Esta Comisión parece haber tomado una posición clara contra la regulación del sector del taxi.