Fervor y emoción paso a paso

Se repite el ciclo. Regresa la primavera y por tanto, vuelve la Semana Santa. Casi una veintena de estas festividades son consideradas en nuestras fronteras de Interés Turístico Internacional, donde la pasión, la devoción y el fervor religioso recordando la muerte de Cristo se entremezclan con música, arte, colorido y magia que las procesiones arrojan. Te mostramos una pequeña selección de las más destacadas. Sin duda, un espectáculo por sí solo que muestra la riqueza cultural de nuestro país.

 

Toledo, con luz propia 

La Judería de Toledo es escenario cada Miércoles Santo de la procesión de Cristo Redentor, una de las más famosas de la Semana Santa toledana, que parte del monasterio de Santo Domingo el Real junto a las monjas dominicas. Impresiona el agotamiento impreso en el rostro del Cristo y el esfuerzo de los costaleros, que en algunos momentos han de postrarse de rodillas para salvar los angostos espacios del recorrido.

Desde el Viernes de Dolores las luces de los hachones iluminan cada noche magníficos espectáculos de fervor por estas calles empinadas. 

 

Manto de palmeras en Elche

Declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, en ellas participan más de una treintena de cofradías y hermandades. Decenas de miles de palmas blancas, al ser tan abundantes en esta tierra, acompañan la procesión de la Borriquita cada Domingo de Ramos en la localidad alicantina.

 

Sevilla vibra con las saetas

En la capital hispalense la noche más especial aparece con ‘La Madrugá’ del Viernes Santo, en la que las calles se llenan para ver el paso del Jesús del Gran Poder, la Esperanza de Triana, la Macarena o el Cristo de los Gitanos, algunas de sus figuras más representativas. Las saetas, cantadas desde los balcones, ponen banda sonora a estos emocionantes momentos. 

Otro de los acontecimientos que hay que vivir es la emoción de la gente al paso de La Macarena, la Virgen más piropeada.  

 

Málaga impresiona

La Semana Santa en Málaga está llena de detalles. Los impresionantes tronos, algunos mecidos por 300 hombres; la procesión de Jesús ‘El Cautivo’, el más venerado en la ciudad, o la procesión de María Santísima de la O, que luce orgullosa su manto rojo, son inolvidables.

Pero las curiosidades son también muchas. En la procesión de la Virgen de las Penas se utilizan para tejer su manto tres mil doscientas margaritas blancas, mil ochocientos claveles también blancos, paniculada, helecho, rosas, helicornias, etc. También llama la atención que durante esta celebración se libera un preso, una tradición que se remonta al reinado de Carlos III. El Jueves Santo, a 180 pisadas por minuto, los legionarios traen a hombros el Cristo de Mena desde el puerto de Málaga, mientras miles de personas los esperan a la entrada de la iglesia de Santo Domingo.

 

Sobriedad zamorana

Esta festividad no se podría entender sin la devoción y respeto de sus 17 cofradías, que guardan la esencia de hace 800 años, haciendo de ella un evento elegante y profundamente sentido. El contraste entre procesiones nocturnas y diurnas es otro encanto de esta fiesta, en la que el silencio destaca en la noche y la música es la protagonista durante el día.

Destaca la procesión del Yacente, cada Jueves Santo por la noche, donde las campanillas del viático y el golpear de los hachones en el suelo son los únicos sonidos que rompen el silencio. Grandes cruces de madera y miles de zamoranos emocionados acompañan el recorrido por estas calles terminando en la plaza de Viriato, con la conmovedora interpretación del Miserere.

 

Originalidad en Lorca

Los Desfiles Bíblicos Pasionales son los que cobran el auténtico protagonismo en la localidad murciana, con representaciones del Antiguo Testamento o con la participación de caballos y carros, así como carrozas de enormes dimensiones.

También hay procesiones religiosas al modo tradicional. Destacan los bordados en seda, marcados por una extraordinaria rivalidad entre dos de sus cofradías, el Azul y el Blanco.

 

 

PUEDES LEER LA REVISTA PASAJEROVIP COMPLETA EN PDF AQUÍ