PASAJEROVIP-SEPTIEMBRE 2015

Serena belleza esculpida en alma y piedra

 

Si eres de los que disfrutan sus vacaciones en el mes de septiembre, te recomendamos escaparte a Edimburgo, una ciudad cargada de belleza e historia que, además de ser la capital de Escocia, es por derecho propio Patrimonio de la Humanidad. 

 

 

Su casco antiguo medieval nos descubre rincones únicos, presididos desde lo alto de la colina por el castillo. Uno de los lugares más visitados por los turistas. También lo es la Milla Real, la calle más importante (1,8 kms) que une el Castillo con el Palacio Holyroodhouse, residencia de la Reina en sus visitas a Escocia. 

 

 

Sin dejar la Royal Mile llegamos a la imponente catedral de San Giles. En honor al santo del mismo nombre nacido a finales del la edad media y gran defensor de tullidos y leprosos. Esta bella iglesia del siglo XIV fue la primera de culto presbiteriano y resulta inconfundible paro su cúpula en forma de corona. 

 

 

Uno de los atractivos más misterios de Edimburgo son los callejones Mary King’s Close. Barrio que resultó totalmente cercado y asilado en el S XVII para librar al resto de ciudadanos del contagio de la peste bubónica. Sus moradores fueron condenados a una muerte segura, y por eso – asegura la leyenda- sus almas atormentadas vagan por los viejos pasadizos, aun en pie. 

 

 

Princes Street es la calle por excelencia, incluso en su diseño, trazado para poder ver algunos de los monumentos más bellos. También es la zona de compras más frecuentada. Firmas internacionales, grandes almacenes, tiendas especializadas, no falta  prácticamente nada que podamos desear, pero eso sí conviene llevar una abultada tarjeta de crédito. Porque si hay algo que no se puede es encontrar en Edimburgo es la ecuación: bueno, bonito y barato.