Desde el pasado domingo, el precio de los peajes de las autopistas que dependen del Estado ha subido un 7,5%. La decisión del Gobierno de suprimir la compensación que hasta ahora proporcionaba a las concesionarias, repercutirá en los clientes que pagarán la diferencia. Además, en septiembre se espera que, debido a la subida del IVA, el precio suba hasta el 10%.
Desde Fomento señalan que son las empresas concesionarias las que deben decidir si asumen ese nuevo margen. Algo que, de momento, no parece entrar en sus planes. Fuentes de estas mismas entidades ya han indicado que la medida afecta a todas las concesionarias, que "no podrán imponer de nuevo las bonificaciones y gratuidades que se impusieron en su día a cuenta de ese 7 %".