Casi un mes después de la jornada de protestas del taxi de Barcelona, el pasado 16 de marzo, hablamos con la gerente del Institut Metropolità del Taxi (IMET), Mª Teresa Carrillo sobre los principales problemas del sector y algunas de sus posibles soluciones.
Tras conocerse el “respaldo total” del IMET a los taxistas en sus últimas reivindicaciones, Carrillo explica en esta entrevista que desde este organismo se está trabajando en un mayor control del intrusismo, especialmente en áreas de gran afluencia.
Gaceta del Taxi.- ¿Cuál es la postura del IMET con respecto a las reivindicaciones del sector del taxi del 16 de marzo?
Mª Teresa Carrillo.- El Consell Metropolità de l’Àrea Metropolitana de Barcelona aprobó el pasado 28 de marzo, por unanimidad de todos los Grupos Políticos representados en este Organismo y a propuesta del equipo de gobierno, un documento de apoyo al sector del taxi y a sus reivindicaciones, puestas de manifiesto en las últimas movilizaciones de enero y marzo. En él, entre otras peticiones, se solicita a la Generalitat de Cataluña que en el marco de sus competencias haga un seguimiento de las autorizaciones VTC para hacer prevalecer el interés público y garantizar el trabajo digno de los profesionales del sector. Asimismo, el documento insta al Gobierno Estatal a respetar la actual proporcionalidad entre las licencias de taxi y las VTC (1 licencia VTC por cada 30 taxis), ya que esta distribución ha permitido hasta ahora una convivencia pacífica para atender con calidad el servicio de transporte de personas en ambas modalidades. Por tanto, la postura del Institut Metropolità del Taxi, ente que gestiona el taxi por mandato del AMB, no puede ser otra que la del respaldo total a los taxistas.
G.T.- ¿Qué más puede hacer el Institut ante la situación actual del taxi?
Mª.T. C.- Estamos trabajando de forma conjunta con las asociaciones representativas del colectivo de taxistas, con el Cuerpo de la Guardia Urbana y con el Área de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, para solucionar todos los posibles problemas, especialmente aquellos derivados del intrusismo. Las policías locales de Barcelona y del resto de municipios metropolitanos están siendo formadas para conocer en detalle la normativa que regula el servicio de taxi metropolitano e interurbano y así evitar los casos de intrusismo. Se ha profundizado en la vigilancia del carril-bus taxi por parte de los policías locales, defendiendo este espacio de la vía pública para el uso exclusivo de autobuses y taxis. Esto ha de permitir ganar velocidad comercial y por tanto, mejorar el servicio. En los próximos meses seguiremos trabajando en esta línea y profundizando en las medidas que, desde nuestras competencias, podamos adoptar.
G.T.-¿Estudian iniciativas similares para frenar el intrusismo en zonas especialmente sensibles?
Mª.T. C.- El intrusismo en el entorno metropolitano está siendo controlado gracias a la modificación de la Ley del Taxi que estableció sanciones contundentes. En el caso de los vehículos con licencia VTC, estamos a la espera de las instrucciones que dicte la Generalitat de Catalunya para conocer cuál ha de ser la forma de trabajar de estos vehículos para que no interfieran en el servicio del taxi. Por otro lado, desde el IMET hemos trabajado con el Ayuntamiento de Barcelona para establecer en determinadas zonas de mucha afluencia de viajeros áreas con paradas gestionadas por agentes cívicos que no solamente regulan los taxis que pueden coger pasaje en las paradas de dicha zona, sino que también ordenan la cola de los pasajeros. Sería el caso de las paradas de taxi ubicadas en el Front Marítim de Barcelona y la parada de taxi del Parc Güell.
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