“Doy marcha atrás en lo de quemarme a lo bonzo, pero mi lucha continúa”

“Después de meditar el daño que le puedo hacer a mis hijos, doy marcha atrás, pero solo en lo de quemarme a lo bonzo ante la puerta de la Asociación Gremial”. Así nos ha hecho saber Francisco Iglesias su decisión de no poner su vida en peligro para reclamar los 25.000 euros que le debe la entidad madrileña. 

 

No obstante, en un comunicado, Iglesias asegura que su lucha continúa,  “ahora con muchas más fuerzas” e insiste en que no se asustará “ante nada ni nadie”. Su intención es “destapar las irregularidades” de la venta por 5 millones de euros de la planta baja de la Asociación para pagar las deudas de los vales y servicios de emisora. 

 

Un dinero que, señala Iglesias, a día de hoy “está desaparecido”, incluidos los 25.000 euros que le deben a él. Este taxista, que ayer nos dijo estar “desesperado”, quiere que los culpables paguen por el daño que están haciendo y han hecho al taxi y a todos los socios. 

 

“Si pensáis que me vais a acobardar con mentiras, falsedades y represalias, os equivocáis”, subraya en su escrito, para añadir que se siente “liberado” y sin miedo a la muerte. “Y entonces, matiza, luchas sin ningún tipo de miedo y te haces tan fuerte que nada ni nadie puede pararte en aquello en lo que crees que es justo”, asegura Francisco. 

 

La enorme difusión y trascendencia que ha tenido la publicación en La Gaceta del Taxi de su anuncio de suicidio, tal vez haya servido para que Francisco reflexione y renuncie a acciones tan drásticas, lo cual es una muy buena noticia para todos.

 

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