El número de taxis y de vehículos de alquiler con conductor (VTC) en Málaga es ya prácticamente el mismo. La provincia de la Costa del Sol cuenta en estos momentos con 2.695 licencias de taxis frente a 2.240 autorizaciones de VTC, siendo la zona de España donde el volumen de estos tipos de servicios está más igualado.
Pese a esto, y siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza para el taxi malagueño, el número de VTCs no es el único problema que encuentran los taxistas. Desde el sector denuncian que los conductores de VTCs no cumplen con la normativa y realizan servicios similares al taxi, cuando defienden que son y deben ser servicios diferenciados.
Durante los últimos meses han sido varias las ocasiones en las que los taxistas han pedido a la administración mayor control sobre la actividad de las VTCs, pero las respuestas no han sido las que ellos buscaban, y por ese motivo el pasado 23 de septiembre las principales organizaciones representativas del sector realizaron una protesta que finalizó en la sede del Ayuntamiento de Málaga.
Jesús Báez, representante del Grupo de Movilización de la Costa del Sol, explica en esta entrevista concedida a La Gaceta del Taxi que el taxi y las VTCs son cosas distintas, que están a favor de la competencia pero que la administración debe velar por el cumplimiento de la normativa.
Gaceta del Taxi.- ¿Cómo valoraría la situación que atraviesa el taxi de Málaga en estos momentos?
Jesús Báez.- La situación es complicada. Venimos de un año muy malo y es cierto que se ha empezado a notar cierta recuperación este verano con el turismo en la Costa del Sol, pero la falta de regulación de las VTCs se ha convertido en un gran problema de verdad.
G.T.- El pasado 23 de septiembre manifestaron ese hartazgo en una manifestación frente el Ayuntamiento, ¿cómo surgió la idea de la protesta?
J.B.- Se llevaba gestando desde hace algún tiempo. Hemos tenido conversaciones con el Ayuntamiento de Málaga a lo largo de este periodo de pandemia, pero eran conversaciones relativas a los horarios y los turnos de trabajo para hacer más efectivo el trabajo del taxi ante la falta de demanda. Luego hemos pedido al Consistorio ayudas de carácter económico para el sector y la verdad que han sido escasas. Ha habido una ayuda de 100 euros y otra de 300 durante toda la pandemia. Nos parecen muy escasas porque cualquier taxista se ha gastado en gel hidroalcohólico y en desinfectante más de esa cantidad.
G.T.- Y luego la llegada de las VTCs…
J.B.- Claro. Si a todo eso le sumamos que llegó el verano, empezó a haber más trabajo, más movimiento y obviamente las VTCs que estaban paradas empezaron a moverse a su forma habitual, con malas praxis, intrusismo profesional y de una forma que consideramos totalmente ilegal. Están incumpliendo la ley. No estamos en contra de la competencia, pero es que las VTCs no tienen que hacer competencia comercial con el taxi porque somos dos sectores diferenciados para trabajos distintos. No se trata de debatir sobre el libre mercado y la competencia. No tenemos la necesidad de competir porque nosotros somos un servicio público regulado, ellos son un servicio privado, y debe haber una precontratación para diferenciarnos.
G.T.- Todo esto se lo transmitieron al Ayuntamiento, ¿cuál fue su respuesta?
J.B.- A lo largo del verano hemos ido con toda nuestra buena intención al Ayuntamiento de Málaga a pedirle un mayor control policial para la actividad de las VTCs. Sin embargo, cuando hablábamos de regulación y precontratación de estos servicios, el Ayuntamiento nos mandaba a la Junta de Andalucía. Después, la Junta se escudaba en que jurídicamente no puede hacer mucho explicando que ya se había intentado regular en otras regiones y se lo habían echado para atrás. Sin embargo, consideramos que el Ayuntamiento si hay cosas que puede hacer y una de ellas es formar a la Policía Local y dotarle de medios para sancionar las irregularidades que cometan las VTCs. Mira que tienen pocas normas, pocas cosas que cumplir, y resulta que no lo hacen.
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