El Instituto Metropolità del Taxi ha autorizado que a finales de 2011 o, a más tardar, durante los primeros días del 2012 puedan trabajar los taxis de siete plazas. Las tarifas serán las mismas que las de los taxis de cinco plazas, una medida aplaudida por los usuarios pero que ha creado una fuerte división en el sector. También se ha fijado en dicho documento que los vehículos de más de cinco plazas deberán ser el 5% del total de la flota metropolitana en el año 2017.
Los potenciales clientes serán “grupos de turistas, familias numerosas, jóvenes que salen por la noche a bares y discotecas, personas con problemas de movilidad y ejecutivos camino de una feria comercial”, avanza La Vanguardia.
Desde la nueva gestión del IMT, a cargo del concejal y presidente Eduard Freixedes y su gerente Eduard Ràmia, “entienden que son segmentos de población hasta ahora mal atendidos” expone el medio escrito. Según un informe de esta institución, a día de hoy los turistas del mundo de los negocios se decantan principalmente por el alquiler de vehículos privados con o sin conductor para sus traslados por la ciudad condal.
Con la aprobación de los taxis de siete plazas, se abrirá el número de clientes potenciales que requieran de vehículos de grandes dimensiones. Será el caso de familias numerosas, que siempre han descartado este medio de transporte porque les obligaba a pagar dos carreras al tener que utilizar dos vehículos.
En la actualidad tan sólo funcionan en el área metropolitana una treintena de taxis de siete plazas. La ley del taxi del año 2003 limitaba el servicio a las cinco plazas, pero también abría la puerta a que bajo determinadas circunstancias pudiera ampliarse este número hasta nueve. Son 888 los vehículos del tipo monovolumen del área metropolitana preparados para prestar este servicio. Lo más probable es que todos ellos pasen a hacerlo de modo escalonado durante una vez concertada la fecha de entrada de la medida.
Sector dividido
La apuesta del IMT ha sido recibida de forma muy diferente en las principales asociaciones de taxi en Barcelona. Así, Luis Berbel, del Sindicat del Taxi de Catalunya (Stac), asegura que muchos de sus asociados llevaban esperando esta medida “como agua de mayo” ya que a su parecer “ganaremos muchos clientes".
En cambio, Carmen de Tienda, de la Associació d'Empresaris del Taxi, entiende que la instauración del taxi de siete plazas es acertada pero mal planteada. “Sus tarifas, propone, deberían ser más altas porque los costes de estos vehículos son mayores”.