En las últimas semanas, la policía local de Plasencia ha sancionado a cuatro taxistas por trasladar a toxicómanos al destino donde compran la droga. Los conductores que realizan esta práctica, conocidos como “cunderos” no pertenecían a la localidad extremeña.
El transporte de personas hacia el lugar de adquisición de las drogas constituye un delito penal desde que entró en vigor la Ley de Seguridad Ciudadana el pasado 1 de julio. De ahí que, desde entonces, los controles en los barrios más conflictivos se hayan intensificado.
Desde el cuerpo policial de Plasencia aseguran que los taxistas denunciados no pertenecían a ese municipio, e incluso, alguno procedía de la Comunidad de Madrid, tal y como recoge El Periódico de Extremadura.
Uno de los conductores que decidió llevar a cabo esta práctica aseguró no saber que transportar toxicómanos hacia el lugar donde acceden a la droga es un hecho constitutivo de delito y que contempla multas desde los 601 hasta los 30.000 euros.
Por último, la policía advirtió que los conductores o los propios consumidores de estas sustancias no llegan hasta los barrios donde se adquieren, sino que aparcan en zonas lindantes para evitar los controles policiales.